La creciente deuda del gobierno estadounidense preocupa a los mercados de capitales


El tema de la deuda soberana ha vuelto. Pero actualmente, no son Grecia ni Italia quienes están preocupando a los mercados de capitales, sino Estados Unidos.
El rápido aumento de la deuda nacional estadounidense preocupa a los mercados internacionales de capital. Muchas empresas financieras y economistas observan una creciente desconfianza en la política fiscal estadounidense. Entre ellas, se encuentran el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y la gestora de activos DWS, perteneciente a Deutsche Bank.
«Estados Unidos aún tiene margen de ajuste, pero el margen de error se está reduciendo», advierte Christian Scherrmann, economista estadounidense de DWS. «Los retrasos aumentan el riesgo de una crisis financiera no lineal en la que la confianza del mercado se desvanezca repentinamente».
En poco más de diez años, la deuda estadounidense se ha duplicado: de 18,2 billones de dólares en 2015 a 36,6 billones de dólares en la actualidad, según el sitio web del Departamento del Tesoro. La Oficina de Presupuesto del Congreso de EE. UU. estima que la deuda estadounidense podría aumentar en otros 3 billones de dólares para 2034. Alex Phillips, economista del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, calificó recientemente el elevado déficit presupuestario estadounidense de "insostenible a largo plazo".
La reaseguradora Munich Re, tradicionalmente considerada una empresa cautelosa en el sector financiero, parece relativamente despreocupada. «El riesgo de mantener bonos del gobierno estadounidense reside en la capacidad y la disposición del Tesoro estadounidense para reembolsar la deuda», afirma Nicholas Gartside, director de inversiones del grupo con sede en Múnich, que cotiza en el DAX. «Estos dos factores son absolutamente incuestionables. La deuda estadounidense sigue siendo un refugio seguro».
Pero más allá del sector financiero, algunos pensadores ya están analizando las implicaciones para la política global. Entre ellos se encuentra el historiador de Harvard Niall Ferguson: «Las grandes potencias que tienen que gastar más dinero en el pago de intereses que en el ejército están condenadas al declive», argumentó Ferguson en una entrevista reciente con Goldman Sachs. Estados Unidos no está lejos de este umbral.
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