El hábito de Bill Gates que mejora tu mente, según un neurocientífico

Durante décadas, se nos ha hecho creer que estar solo es sinónimo de debilidad, aislamiento o incluso tristeza. Pero para personas como Bill Gates, Albert Einstein o Nikola Tesla, la soledad no solo era bienvenida, sino fundamental. El neurocientífico Joseph Jebelli, autor de The Brain at Rest, afirma que dedicar momentos al silencio y la desconexión puede ser una de las prácticas más efectivas para potenciar las funciones cognitivas.
Jebelli explica que la mente no se apaga cuando no hacemos nada: en realidad, se activa una red cerebral especial llamada red neuronal por defecto, que es clave para la creatividad, el aprendizaje y la introspección emocional.
Desde los años 90, Bill Gates realiza “semanas para pensar”, en las que se retira a una cabaña sin internet ni compañía. Fue en uno de esos retiros que concibió la idea de lanzar Internet Explorer en 1995.
Este hábito no es un capricho: es una estrategia de regeneración mental. Sin estímulos externos, la mente de Gates puede divagar libremente, reorganizar ideas, crear conexiones neuronales nuevas y concebir soluciones originales. Y tú puedes hacer lo mismo, aunque solo tengas 10 minutos al día.
Cuando no estás concentrado en una tarea específica —ni respondiendo correos, ni viendo redes, ni hablando con alguien—, tu cerebro entra en “modo interno”. En este estado, la mente trabaja en segundo plano: recuerda, reorganiza, proyecta y aprende.
Escribir un diario, caminar sin música, hacer jardinería, pintar o simplemente mirar por la ventana sin distracciones son formas de activar este modo. Estas actividades, según Jebelli, fortalecen la inteligencia emocional, la toma de decisiones y la creatividad.
No necesitas una cabaña frente al mar. Basta con apartar unos minutos diarios para estar contigo mismo. Aquí van algunas ideas simples:
- Apaga el celular por 10 minutos y respira profundamente.
- Camina en silencio, sin audífonos.
- Escribe en un cuaderno lo que sientes o piensas.
- Dedica tiempo a observar tu entorno sin hacer nada.
Al principio puede resultar incómodo, pero con práctica, estos espacios se vuelven adictivos… y muy beneficiosos.
Jebelli también advierte sobre la calidad del tiempo social. Estar rodeado de gente no siempre significa bienestar. De hecho, pasar tiempo con personas tóxicas o con las que no tenemos conexión emocional real puede elevar los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Cultivar la soledad no significa rechazar a los demás, sino elegir mejor cuándo y con quién compartir el tiempo. El equilibrio es la clave.
En una era en la que todo se mide por resultados, dedicar tiempo a no hacer nada puede parecer improductivo. Pero es todo lo contrario. El verdadero crecimiento ocurre cuando el cerebro tiene espacio para respirar.
Personas como Bill Gates lo saben. Y tú también puedes aplicar este hábito desde hoy.
La Verdad Yucatán