La periodista Soledad Jarquín publica libro sobre la falta de impunidad tras el asesinato de su hija

OAXACA, Oax. (apro).- El libro de la periodista Soledad Jarquín Edgar “Revelaciones de un Crimen de Estado. Impunidad, Corrupción y Complicidad”, es un entramado de actores políticos y del crimen organizado como una sombra de los primeros, pero también es un acto de justicia para su hija María del Sol Cruz Jarquín, quien fuera asesinada la madrugada del dos de junio de 2018.
En este libro que no debió escribirse hay datos reveladores que presumiblemente involucran a expresidentes municipales de Juchitán, entre ellas, Gloria Sánchez López, y a un operador de la “cuatrote”, ex uncionario del gobierno de Salomón Jara Cruz y actual senador de la República (Antonino Morales Toledo) y que el juez Armando Félix Toledano no incluyó alegando que “los tiempos legales habían pasado”.
Esta información formaba parte de un Cuaderno de Colaboración 01/O.F.G.E.O./2020 de la Carpeta de Investigación 2552/JU/2018 que se habría empezado a integrarse desde un año atrás, pero inexplicablemente no se había incorporado a la C.I., lo que revelaba la clara injerencia y responsabilidad de los fiscales Rubén Vasconcelos Méndez y Arturo Peimbert Calvo.
En el capítulo El Final de la Pesadilla, la premio nacional de periodismo Soledad Jarquín considera que el exfiscal Vasconcelos Méndez obstaculizó el acceso a la justicia para presumiblemente encubrir a los autores materiales e intelectuales, a quienes estaba obligado a investigar.
Entre los testimonios que conocieron de los hechos señalan a quienes presumiblemente habrían participado tanto en la conspiración para terminar la con vida de Pamela Terán y lograr el triunfo del candidato afín a ellos (Emilio Montero Pérez), como a que señalaban a tres ex presidentes municipales, dos hombres y una mujer, quienes supuestamente habrían recibido 40 millones de pesos para asegurar el triunfo, de manos de otro ex presidente municipal que no era de Juchitán, sino de San Blas Atempa, sobre el que pesa la acusación por la comisión de un delito federal, como el huachicol.
Esta es la trama y los personajes políticos, autores intelectuales y el grupo delictivo, autores materiales, que no quisieron desenredar los fiscales Rubén Vasconcelos Méndez ni Arturo Peimbert Calvo, sintetiza en el libro la también activista feminista.
Este libro también ha sido un remanso de paz para la activista Sol Jarquín a la que de dedicó este pensamiento:
“Querida Sol, mi corazón está tranquilo. Tú los persigues. Deja que mis manos te sostengan y que andes conmigo a todas partes, que mi voz sea la tuya, que grite, que exija justicia. Déjame estar contigo de esta manera y vivir así, sin apropiarme de tu vida y sin dejar de vivir la mía. Sostengo tu fotografía, la llevo puesta, te presto mi cuerpo para que salgas a la calle y grites. Así, ahora ya lo saben, no soy yo, eres tú la que los persigue.
Sol Jarquín insiste en que Revelaciones de un Crimen de Estado, el libro que recientemente presentó en la biblioteca Andrés Henestrosa, “no debió escribirse nunca, pero se escribió porque en lo particular se entiende como un acto de justicia y porque el silencio, como ya he dicho, es mi principal enemigo, y a ese enemigo lo puedo vencer”.
“Quiero decirles que la escritura de este libro es un acto de justicia que el Estado nos negó. En los países humanamente civilizados la justicia te toca la puerta. En México las cosas son dolorosamente diferentes, a siete años de distancia la justicia es una idea que apenas se hace tangible o casi nunca se concreta”.
“En México las víctimas no accedemos a la justicia, la enfrentamos. Esa justicia imaginaria, intangible, fantasmal y hasta aspiracional representa en la gran mayoría de los casos una lucha en contra de un sistema basado en el poder sea político, sea económico o factico, poderes que no se permiten sucumbir ante nada y que hacen todo para alcanzar sus fines”.
“Revelaciones de un Crimen de Estado, el libro que no debió escribirse nunca, pero se escribió porque en lo particular se entiende como un acto de justicia y porque el silencio, como ya he dicho, es mi principal enemigo, y a ese enemigo lo puedo vencer”, abundó.
“Ese libro que surgió de la necesidad que provoca la pérdida de un ser tan querido, como María del Sol, empezó a gestarse desde los primeros momentos, porque estaba segura de que ella necesitaba quien le explicara lo que había sucedido, después se convirtió en una necesidad seguir manteniendo un diálogo en realidad un monólogo como una forma de apaciguar mi propio duelo”.
“Sentí en aquellos difíciles primeros días, más que los otros, la necesidad de saber, detalle a detalle de lo que había sucedido en aquella madrugada del 2 de junio a las 2 horas 27 minutos, no sé si era mi corazón de madre o mi oficio periodístico. Solo quería explicarle a María del Sol un acto que consideraba necesario para que pudiera estar en paz, tanto ella y como yo misma”.
Confió que “la idea remota de escribir el libro nació en un taller que tomamos las madres de feminicidio en los círculos de paz invitadas por Consorcio Oaxaca, cuando la tallerista nos explicó que escribir, pintar, bordar hacer algo nos permite ese diálogo y lo sanador que resultaba externar el dolor a través de una actividad. Ahí me di cuenta que yo estaba haciendo eso, sin saber. Tiempo después le dije a Yésica que estaba escribiendo y así como si nada me soltó “pues escribe un libro”.
Regresé a mi casa y empecé a trabajar en la idea, la forma, cómo se haría, lo que no tenía y que se fue sumando al paso del tiempo. Estoy segura de que el libro se escribió y se reescribió varias veces. Primero porque inicialmente había sido escrito con mucha emoción, buena y no tan buena. Entonces lo dejaba descansar semanas y cuando lo volvía a leer, me daba cuenta que las frases estaban mal ordenadas y que seguramente solo yo las entendía. “Ahí fue donde también aparecieron lo que en periodismo llamamos los contextos, los que ubican al lector en la escena y las condiciones físicas, geográficas, sociales, políticas. Así pude ver diversos actores y sus circunstancias. Y también hubo algo de suerte cuando pusieron en nuestras manos una verdad no investigada y que nos dio muchas luces”.
Es un ejercicio periodístico, pero también es el ejercicio de una madre que quiere contar la suma de eventos, obstáculos, arbitrariedades, actos de corrupción que generaron una montaña maloliente de impunidad en que se convirtió un proceso judicial que solo buscaba justicia.
En Revelaciones de un crimen de Estado. Impunidad, Corrupción y Complicidad, ustedes van a encontrar un presunto entramado de actores políticos y del crimen organizado como una sombra de los primeros, ambos caminan aparentemente en paralelo, desde tiempo distintos…todos estos personajes tienen un punto en común: la ambición del poder derivado de un filón de oro, el viento y de otros proyectos que se fueron sumando con el tiempo, personajes que determinan todo, son la ley y están por encima de la ley”.
Esa fue la principal razón por la que las supuestamente las “autoridades” no hicieron su trabajo, no cumplieron con su responsabilidad, y se convirtieron en parte de la impunidad, corrupción y complicidad, ese tejido que pensaban invisible y que de pronto tomó forma y color.
Este es solo el caso de María del Sol Cruz Jarquín, pero esta historia se repite en todo el país, lamentablemente es lo común. La apuesta de la ciudadanía es no permitir que eso suceda, no acostumbrarnos a la impunidad, que se imponga la digna rabia, la razón, la justicia y con ella la paz.
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