Solicitudes de Desempleo en EE.UU. TOCAN TECHO de 8 Meses; ¿Recesión a la Vista?

El mercado laboral de Estados Unidos, uno de los pilares de su economía, muestra signos de tensión. Durante la semana que finalizó el 7 de junio, las nuevas solicitudes de subsidios por desempleo se mantuvieron sin cambios en 248,000, igualando la cifra de la semana anterior, que ya representaba el nivel más alto desde principios de octubre. Este estancamiento en la parte alta de los rangos recientes, por tercera semana consecutiva, ha encendido las alarmas entre los analistas, quienes temen que los despidos puedan estar aumentando.
Las solicitudes semanales de beneficios por desempleo son consideradas un termómetro de los despidos en el país. Desde la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 hace cinco años, estas cifras se habían mantenido mayormente en un rango históricamente saludable, oscilando entre 200,000 y 250,000. Sin embargo, la persistencia en el extremo superior de esta horquilla durante las últimas tres semanas sugiere una posible inflexión. Los analistas habían pronosticado 244,000 nuevas solicitudes, por lo que el dato actual superó ligeramente las expectativas.
Heather Long, economista jefe de Navy Federal Credit Union, expresó su preocupación: «Hay señales tempranas de advertencia en el mercado laboral». Long advirtió que si los despidos continúan empeorando durante el verano, podrían aumentar los temores de una recesión y una contracción en el gasto de los consumidores, un motor clave de la economía estadounidense.
El promedio de solicitudes de desempleo de las últimas cuatro semanas, una medida que suaviza las fluctuaciones semanales, también aumentó en 5,000, situándose en 240,250. Aún más revelador es el número total de estadounidenses que reciben beneficios por desempleo, que para la semana del 31 de mayo saltó en 54,000 personas, alcanzando 1.96 millones, la cifra más alta desde noviembre de 2021.
Una de las principales causas de esta incertidumbre laboral parece ser el impacto persistente de las guerras comerciales. Muchas empresas, al presentar sus últimos resultados financieros, han recortado sus expectativas de ventas y beneficios para 2025 o se han abstenido de emitir previsiones, citando a menudo el errático despliegue de anuncios arancelarios por parte del presidente Donald Trump. Aunque Trump ha pausado o reducido algunas de sus amenazas arancelarias, persiste la preocupación de que una desaceleración económica global inducida por estos aranceles pueda sabotear la fortaleza del mercado laboral estadounidense.
«Hay señales tempranas de advertencia en el mercado laboral», afirmó Heather Long, economista jefe de Navy Federal Credit Union, reflejando la creciente inquietud entre los expertos.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha señalado que el potencial de un aumento tanto del desempleo como de la inflación es elevado, una combinación inusual que complica el doble mandato del banco central de controlar los precios y mantener bajo el desempleo. Powell ha indicado que los aranceles han mermado la confianza de consumidores y empresas. A principios de mayo, la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés de referencia en 4.3% por tercera reunión consecutiva, después de haberla recortado tres veces a finales del año pasado. Wall Street espera que el banco central mantenga las tasas estables en su reunión de junio, aunque los operadores pronostican que tendrá que recortarlas más adelante este año para apuntalar la economía.
A pesar de estas señales de alerta, otros datos ofrecen un panorama mixto. La semana pasada, el Departamento de Trabajo informó que los empleadores estadounidenses ralentizaron sus contrataciones en mayo, pero aun así añadieron unos sólidos 139,000 puestos de trabajo. Este informe fue bien recibido en Wall Street, contribuyendo a ganancias en los mercados bursátiles.
Sin embargo, otro informe del Departamento de Trabajo reveló que, si bien las ofertas de empleo en EE. UU. aumentaron inesperadamente en abril, otros datos sugieren que los estadounidenses son menos optimistas sobre el mercado laboral. El número de personas que renuncian a sus empleos —una señal de confianza en sus perspectivas— disminuyó, mientras que los despidos aumentaron. Además, en una señal de que el mercado laboral se ha enfriado desde el auge de contrataciones de 2021-2023, el gobierno informó que hay una oferta de trabajo por cada persona desempleada, una notable diferencia con diciembre de 2022, cuando había dos vacantes por cada estadounidense sin empleo.
La economía estadounidense, según estimaciones gubernamentales, se contrajo a un ritmo anual del 0.2% en el primer trimestre de 2025, una ligera mejora respecto a la primera estimación. Este crecimiento se vio frenado por un aumento de las importaciones, ya que las empresas intentaron adquirir bienes extranjeros antes de que entraran en vigor los aranceles masivos de Trump.
Empresas como Google han confirmado recientemente la oferta de bajas incentivadas a parte de su plantilla como medida de reducción de costes. Este tipo de anuncios se suman a los recortes de empleo ya comunicados por otras grandes corporaciones a lo largo del año.
La evolución de las solicitudes de desempleo en las próximas semanas será crucial para determinar si estas señales de advertencia se convierten en una tendencia consolidada que pueda arrastrar a la economía estadounidense hacia una desaceleración más pronunciada.
La Verdad Yucatán