Chivite descarta dimitir porque“no hay ningún indicio de ilegalidad”

No hay “ningún indicio de ilegalidad escrito en ningún sitio, en ningún informe”. Con estas palabras, la presidenta de Navarra y secretaria general del PSN, María Chivite, descartó ayer dimitir pese a las informaciones que vinculan al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, con presuntas irregularidades en adjudicaciones de obras públicas en la Comunidad Foral a través de la empresa Servinabar, donde además trabajó la pareja del desde ayer exvicesecretario del PSN, Ramón Alzórriz.

Ante la prensa, la presidenta subrayó su empeño por defender “la limpieza y honorabilidad” de su Ejecutivo y su partido. “Dije ‘caiga quien caiga’, y así es como estoy cumpliendo”, añadió. Se refería así a la reciente dimisión de Alzórriz, también portavoz parlamentario, que un día antes le informó de que su pareja había sido empleada entre 2021 y 2024 de la constructora vinculada a Cerdán –posee el 45%- e investigada por la Unidad Central Operativa (UCO). “Tiene que asumir las responsabilidades del error que ha cometido, no quiero que quede ninguna duda”, apostilló.

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Aún así, la presidenta negó que su ‘número dos’ haya cometido algún delito y quiso desligar su cese del caso por el que se investiga el presunto cobro de comisiones en la adjudicación de obras públicas al triángulo formado por Cerdán, el conseguidor Koldo García y el exministro de Transportes, José Luis Ábalos.

Por ahora, explicó la presidenta, Alzórriz seguirá en el partido y siendo parlamentario, aunque sin ostentar ningún cargo “de confianza”. Para suplir su vacante, está previsto que el partido celebre hoy una nueva ejecutiva que designe un nuevo vicesecretario general y portavoz parlamentario.

El Parlamento navarro investigará las adjudicaciones del Gobierno foral desde 2011 hasta ahora

Chívite, en su defensa, aseguró que “no existen argumentos” para dejar la presidencia de Navarra y descartó dimitir porque “no hay un solo informe jurídico, de auditoria o de informaciones policiales que apunten a una ilegalidad cometida en ninguna adjudicación”.

Desde que la semana pasada aparecieron los primeros audios de la UCO, Navarra se ha situado en el epicentro de una red corrupta entre Cerdán, Koldo y otros implicados como el empresario Joseba Antxón Alonso –alias ‘Guipuchi’– que habría echado a andar en la comunidad hace una década para luego dar el salto a nivel nacional. El foco de los agentes está puesto sobre la citada Servinabar, en apariencia utilizada para cobrar mordidas a cambio de amaños en contratos de obra pública a favor de determinadas empresas como Acciona, con la que concurrió en UTE (unión temporal de empresas)a varias licitaciones. En total, Servinabar habría participado en hasta seis adjudicaciones con dos gobiernos diferentes -el de la expresidenta Uxue Barcos, de Geroa Bai, y el de Chivite- que juntas suman 86 millones de euros, de los que más de 60 responden a la duplicación de los túneles de Belate.

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Ante estas revelaciones, los socios de Chivite en el Gobierno, Geroa Bai (Socialverdes y PNV) y Contigo/Zurekin (Podemos, IU y otros), junto a su socio presupuestario, EH Bildu, han elevado el tono. reclamando más explicaciones, pero por ahora descartan retirar su apoyo a los socialistas y poner así en peligro la legislatura.

Tras una larga jornada de negociaciones, estos tres partidos, junto al PSN, registraron in extremis una iniciativa para que el Parlamento de Navarra ponga en marcha este verano una comisión de investigación que analice las licitaciones y adjudicaciones de obras públicas realizadas o financiadas por el Gobierno foral desde junio de 2011 hasta la actualidad, un periodo que abarca los ejecutivos presididos por Yolanda Barcina (2011-2015), Barcos (2015-2019) y Chivite (2019-actualidad). La propuesta se centra en los contratos en los que hayan podido participar personas físicas o jurídicas señaladas en el marco del llamado caso Koldo, explicó Geroa Bai en un comunicado..

Su socios de Gobierno elevan el tono y piden explicaciones pero descartan por ahora retirarle su apoyo

Sin embargo, los pasos dados hasta ahora no convencen a la oposición. Ayer UPN, PP y Vox volvieron a exigir la dimisión de la presidenta al tiempo que acusan a sus socios de ser “cómplices” de la presunta trama. “Chivite está contaminada”, resumía el portavoz regionalista, Javier Esparza, al apuntar que “sus dos pilares” en el partido (Cerdán y Alzórriz) han caído.

Desde Madrid, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también se refirió al caso Servinabar en unas declaraciones ante la prensa, tras su intervención en el foro Taleñt, donde tachó de “nuevo manual de política” que en Navarra dimita el número 2 de la presidenta porque su mujer trabajaba en una empresa en la que participaba Santos Cerdán y, sin embargo, nadie asuma responsabilidades políticas: “Es algo sorprendente”, manifestó.