Entre amores y odios: así fue el recibimiento de Benedetti en el Congreso

“Fuera fuera fuera”, este fue el rechazo en unísono que se escuchó en la plenaria de la Cámara de Representantes a la llegada del nuevo ministro del Interior, Armando Benedetti.

Su hoja de vida se conoció el lunes en la noche e inmediatamente el nuevo alto funcionario inició su labor en el Congreso en la tarde de este martes.

La primera tarea que hizo al llegar a su “vieja casa” fue reunirse con el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, quien lo recibió como un héroe en su oficina, que queda junto a la del primer vicepresidente Jorge Rodrigo Tovar, uno de las cabezas de la mesa directiva que no ha firmado los órdenes del día para incluir la reforma de la salud.

Tovar confirmó que el nuevo ministro habría estado en su oficina pero que este no pudo recibirlo ya que se encontraba liderando la plenaria en ese momento.

Por no estar presente Tovar la reunión, que duró no más de 15 minutos, se realizó en la oficina de la presidencia, y allí llegaron por “coincidencia” el nuevo ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, el representante David Racero, y los senadores Julio Alberto Elías Vidal y Julio Elías Chagüi.

“No sé qué está haciendo el ministro del Interior, Armando Benedetti. Yo solo viene a hablar un asunto puntual con el presidente de la Cámara”, dijo el reemplazo de Gloria Inés Ramírez. Luego confirmó que todo el Ejecutivo está volcado para sacar adelante el debate de la reforma de la salud y la laboral.

A su salida del pequeño encuentro con la cabeza de la Cámara y los congresistas, Benedetti fue reservado y aseguró que no iba a dar declaraciones porque tenía “la lengua larga”.

“No voy a hablar nada, tendría que ser muy aficionado en la vida para hablar antes de posesionarme”, dijo el nuevo ministro del Interior, que no confirmó la fecha en la que asumirá de forma oficial la cartera.

Acompañado de la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Angie Rodríguez, dijo que ya había tenido las reuniones con todas las bancadas de Cámara. También confirmó que espera que en la próxima semana tenga encuentros con las bancadas de Senado.

En esos breves mensajes que le dio a la prensa afirmó que nunca han tenido el voto femenino. Y fueron ellas mismas, las mujeres, las que no lo recibieron bien desde que puso su primer pie en el recinto de la Cámara.

El lugar pasó de tener un ambiente calmado a llenarse de murmullos, gritos y mucho ruido. Benedetti pasó por buena parte de las curules para hablar con los representantes y se quedó un mayor tiempo en el sector de los miembros de la bancada del Pacto Histórico, quienes celebraron su presencia.

Otra actitud tuvo las mujeres independientes, como la representante como Jennifer Pedraza, quien con cartel en mano ( Fuera Benedetti) pidió la salida del nuevo ministro. La congresista fue una de las siete que firmó una carta en rechazo al nombramiento del ex embajador.

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En la misma línea estuvo la segunda vicepresidenta de la Cámara, Lina María Garrido. Durante la sesión se mantuvo sentada en su puesto en la mesa directiva exponiendo un papel que decía “su puesto es abajo Benedetti”.

La congresista en diálogo con EL TIEMPO aseguró: “Yo espero que respeten mi posición y mi silla en la mesa directiva. No aceptaré que el señor Armando Benedetti se siente en la mesa directiva. Lamentablemente no puedo impedirle la entrada al recinto de la Cámara de Representantes, pero sí está que se haga donde se sientan los ministros”.

El desorden que se generó en la plenaria fue apaciguado por el representante del Centro Democrático Hernán Cadavid quien en una moción de orden pidió respeto.

“Me da pena con la vedette de la política, Armando Benedetti, pero esta plenaria la tienen que respetar. Allá otros que decían rechazarlo y hoy quedaron sometidos a sus órdenes”, dijo el congresista.

El ‘efecto’ Benedetti en la plenaria no duró más de media hora, en donde la discusión volvió a coger forma y el debate se volvió a centrar en el proyecto que busca aumentar el salario de los concejales.

MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE