Israel sube el tono contra España y planta al congreso de los móviles de Barcelona

La autodenominada 'start up nation' se ausentará del congreso mundial de conectividad después de que esta semana haya acusado a Sánchez y a su Gobierno de "antisemita" tras su última batería de medidas. En agosto, vetó la entrada del alcalde, Jaume Collboni (PSC).
Cuando falta menos de un mes para el segundo aniversario de los atentados de Hamás en Israel que se saldaron con una ofensiva militar sin precedentes en la franja de Gaza, la confrontación entre el Gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu y las autoridades españolas va a más. No se limita únicamente al terreno de lo diplomático. Desde este viernes, afecta a uno de los grandes símbolos de Barcelona, el Mobile World Congress (MWC), la cita mundial sobre conectividad que la ciudad acoge desde 2006. Por primera vez, el Gobierno israelí no acudirá.
Esta decisión afectará a las empresas emergentes que tradicionalmente acompañaban a su delegación. Israel, que se autodenomina como start up nation, siempre ha jugado muy fuerte en el salón. Prueba de ello es que hace dos años mandó a su actual ministro de Economía, Nir Barkat.
El titular de Comunicaciones, Shlomo Karhi, fue el encargado de anunciar que el país se ausentará en la próxima edición, que tendrá lugar en marzo de 2026. Ambos forman parte del Likud, partido del primer ministro, y está por ver ahora cuál es la reacción de las grandes tecnológicas israelíes que venían al MWC con un puesto propio.
Las palabras de Karhi llegan después de que esta semana el Gobierno del PSOE y Sumar haya intensificado sus muestras de rechazo a la incursión israelí en Gaza, que define como "genocidio" y "crímenes de guerra". Así, el pasado lunes, anunció el cierre del espacio aéreo al transporte de material bélico con destino a Israel y la imposición de restricciones a la entrada de quienes incurran en "violaciones de derechos humanos", entre otras medidas. Sánchez dijo también que España, al no tener armas nucleares, no tiene capacidad para detener la ofensiva.
Estas declaraciones sentaron muy mal al Ejecutivo israelí, que acusó a Sánchez de recurrir a Gaza para tapar las polémicas que asedian al Gobierno. El pasado jueves, la crisis diplomática fue a más, y el primer ministro acusó a Sánchez de "antisemitismo" y de haberse convertido en "una flagrante amenaza genocida contra el único Estado judío del mundo". Israel también ha prohibido la entrada al país de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y de la ministra de Juventud, Sira Rego (IU).
Este no es el primer veto que pone en marcha. A mediados de agosto, tampoco dejó entrar al alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, en un viaje de cooperación a la región, en el que el edil anunció un incremento de las aportaciones a Palestina. Las autoridades israelíes le echaron en cara que, en febrero de 2023, se suspendieran las relaciones institucionales, incluyendo el hermanamiento que desde 1998 mantenía Barcelona con Tel Aviv.
La Justicia anuló la decisión que el pleno adoptó por amplia mayoría, ya que consideraba que invadía competencias estatales. Con todo, en junio, el pleno la ratificó y la hizo extensiva a las empresas que "se lucran" con actividades económicas en los territorios ocupados, a quienes excluyó de la contratación pública.
Ello ya afecta a la licitación más importante de la historia del Metro de Barcelona: la compra de 39 nuevos trenes por 331 millones de euros. Por ahora, se ha quedado fuera Alstom, fabricante francés que cuenta con la única planta de material ferroviario en Cataluña, y que emplea a más de 1.500 trabajadores. La multinacional aparece en dos listas de la ONU y de la campaña Don't buy into ocupation. Las secciones de CCOO y UGT aseguran que esta vinculación es falsa y han empezado movilizaciones para evitar su exclusión. La empresa ha instado a Naciones Unidas a rectificar, pero no lo ha conseguido por ahora.
La ruptura del hermanamiento con Tel Aviv fue promovida por la exalcaldesa, Ada Colau, que está en la flotilla que hace dos semanas salió del Puerto de Barcelona rumbo a Gaza. En 2024, ya en la oposición, no acudió al acto inaugural del MWC ya que consideró que Israel debería haber sido excluido.
Desde el MWC, la organización dijo ser "consciente de que la situación global puede impactar en la decisión" de acudir al congreso, al que describió como "evento unificador".
Este llamamiento contrasta con el malestar israelí hacia los políticos catalanes, que viene de lejos. En 2022, antes de que empezase su incursión en Gaza, el Parlament aprobó por amplio consenso una declaración que acusaba al país de practicar "apartheid" en los territorios ocupados. En junio, volvió a pedir al Govern que suspendiera relaciones.
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