Las 5 pistas que explican el asesinato de la alcaldesa de San Mateo Piñas

La ejecución de la alcaldesa de San Mateo Piñas, Lilia Gema García, podría tener su origen en su propia lucha contra la ilegalidad. La Fiscalía de Oaxaca ha revelado cinco líneas de investigación que dibujan el perfil de una líder que se enfrentó a poderosos intereses locales, desde la corrupción con fondos federales hasta redes de tala clandestina.
El asesinato de Lilia Gema García Soto, la primera alcaldesa de San Mateo Piñas, Oaxaca, ha dejado al descubierto una compleja red de conflictos, corrupción y disputas de poder que la rodearon desde que asumió el cargo. La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), liderada por Bernardo Rodríguez Alamilla, ha confirmado que el crimen no fue aleatorio y trabaja sobre cinco sólidas líneas de investigación que apuntan a que la alcaldesa fue silenciada por enfrentarse a estructuras corruptas.
Las 5 Claves del Posible Móvil del Crimen
Cada una de las pistas que sigue la fiscalía revela un frente de batalla que la alcaldesa había abierto en su intento por gobernar con transparencia.
1. Denuncia por Desvío de Fondos del Huracán Agatha
Quizás la línea más explosiva. García Soto había presentado una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el presunto desvío de 25 millones de pesos. Este dinero formaba parte de un fondo federal de 50 millones entregado a la administración anterior, encabezada por Tomás Victorio García, para la reconstrucción tras el devastador paso del huracán Agatha en 2022. La alcaldesa sostenía que la mitad de los recursos no se utilizó correctamente.
2. Robo de Dinero para una Obra Escolar
La segunda pista se centra en el robo de 132,000 pesos de la tesorería municipal. Los fondos estaban destinados a la construcción de la cafetería de una escuela secundaria. Por este caso, ya hay un presunto responsable identificado, Aldo Silva García, cuya audiencia estaba programada para agosto.
3. Oposición a la Tala Ilegal de Madera
La alcaldesa se habría opuesto frontalmente a los cobros ilegales por el tránsito de madera en la región. Según el fiscal, estas cuotas informales generaban ganancias no reguladas para grupos locales que controlaban la actividad, lo que generó fuertes tensiones.
4. Falsificación de su Firma y Documentos Oficiales
En enero de 2025, García Soto denunció la falsificación de su firma en documentos oficiales. Esta denuncia surgió tras detectar movimientos financieros irregulares y el uso no autorizado de su rúbrica en diversos trámites. El principal implicado en esta investigación es el extesorero municipal.
5. Conflictos Políticos y Sociales Post-Electorales
La última línea de investigación se enfoca en el tenso clima político del municipio. San Mateo Piñas se rige por sistemas normativos indígenas, y la elección que llevó a García Soto al poder estuvo marcada por fuertes disputas internas entre grupos que buscaban el control de la comunidad. Su victoria como la primera mujer presidenta pudo haber exacerbado estas tensionas.
«La fiscalía ha establecido cinco líneas de investigación que podrían explicar el motivo del ataque, todas relacionadas con denuncias, tensiones administrativas y conflictos locales que la presidenta municipal estaba enfrentando.».
Una Reformadora Silenciada
El conjunto de estas pistas dibuja el perfil de una alcaldesa que no estaba dispuesta a ser cómplice de la corrupción y la ilegalidad que encontró al llegar al poder. Cada denuncia que presentó, cada negativa a participar en esquemas ilícitos, la convirtió en un obstáculo para poderosos intereses locales.
Es crucial destacar que, a pesar de estos conflictos, la alcaldesa no había reportado amenazas directas contra su vida, y el municipio no era considerado un foco rojo de delincuencia organizada. Esto sugiere que la amenaza era interna, arraigada en las propias estructuras de poder del municipio y la región.
La investigación continúa, pero todo apunta a que Lilia Gema García Soto fue asesinada por su valentía para desafiar un sistema corrupto que se resistía a cambiar.
La Verdad Yucatán