Profesores de primaria, secundaria y universidad: todos juntos por las matemáticas

El 26 de junio se celebró el 15.º aniversario del Insmi, un acrónimo tan opaco como poco conocido, que representaba al Instituto Nacional de Ciencias Matemáticas y sus Interacciones. De hecho, recientemente cambió su nombre a uno más explícito: CNRS Matemáticas. Ese día se celebró una auténtica fiesta de cumpleaños en la sede parisina del CNRS, con pastel, velas e incluso músicos cantando "Cumpleaños Feliz" .
Las matemáticas, por supuesto, han estado presentes en el CNRS desde hace mucho más tiempo. La novedad de 2010 fue la "N", de nacional: se trataba de asumir una misión de gran alcance, más allá del CNRS, al estructurar toda la investigación matemática en Francia. Porque esta investigación no se limita a los investigadores del CNRS: de los aproximadamente 3.800 profesores-investigadores de matemáticas del país, solo 480 dependen del CNRS. La comunidad matemática es históricamente heterogénea: muchos comienzan su carrera en el CNRS y luego la continúan en la universidad.
La palabra "comunidad" surgió en todos los discursos. No es casualidad: los matemáticos comparten costumbres y valores propios de su disciplina. Por lo tanto, se entiende que un joven investigador no puede ser reclutado en el laboratorio donde defendió su tesis. De igual manera, un ascenso —de asociado a director de investigación, o de profesor a catedrático— casi siempre implica un cambio de laboratorio. El objetivo es estandarizar temas en toda la región y limitar el mandarinismo, que prácticamente ha desaparecido de nuestra disciplina.
Progresos por realizarOtra característica única de esta comunidad: su bajo costo. Algunos dicen, con una sonrisa, que los matemáticos solo necesitan tiza para sus pizarras. ¡Obviamente, esto es una caricatura que debe denunciarse de inmediato! Necesitamos bibliotecas —ahora digitales— y, en esto, el papel del Insmi es crucial, en particular a través de una estructura llamada Mathdoc, que garantiza un acceso amplio y, a menudo, gratuito a la documentación que consideramos un tema crucial en la ciencia. La comunidad matemática siempre ha sido pionera en la ciencia abierta. También necesitamos espacios de intercambio: el Instituto Henri-Poincaré de París y el Centro Internacional de Encuentros Matemáticos de Marsella desempeñan este papel de «grandes instrumentos científicos», donde los colegas pueden compartir sus ideas y resultados.
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Le Monde