Bélgica: Brujas dice basta al turismo excesivo
Cansada del flujo constante de turistas, especialmente de aquellos con bajos recursos, la ciudad de Brujas ha implementado restricciones. Los autobuses y cruceros también podrían verse afectados.
Un famoso campanario y una ciudad flamenca visitada por todo el mundo. Brujas (Bélgica) recibe a 8 millones de turistas al año, para una población de menos de 120.000 habitantes. En días soleados, se aglomeran multitudes, pasan barcos y los residentes están exasperados. Para frenar el turismo excesivo, la ciudad primero prohibió todos los nuevos hoteles y alquileres vacacionales. Una agente municipal persigue a quienes alquilan viviendas sin permiso. Candados, cubos de basura... ella sabe cómo detectar todas las señales sospechosas.
Pero el mayor flujo proviene de autobuses y barcos que desembarcan visitantes durante solo unas horas, justo el tiempo suficiente para tomar fotos, comprar chocolates y degustar alguna especialidad belga. El cercano puerto de Zeebrugge ahora solo permite dos barcos al día en lugar de cinco, pero la ciudad tiene otras medidas en mente. "A diferencia de Venecia, que cobra entrada a los visitantes diarios, Brujas planea gravar los autobuses y cruceros, que son los que más contribuyen al turismo de masas", señala Valérie Astruc, corresponsal especial en Brujas.
Vea el informe completo en el vídeo de arriba.
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