Deuda, déficit, inflación… La presión sobre los tipos aumenta

A primera vista, la discrepancia puede parecer extraña. Una fuerte subida en la Bolsa de París, un diferencial de tipos de interés a la baja con Alemania: mientras la Asamblea Nacional se preparaba para denegar su confianza a François Bayrou el lunes 8 de septiembre, los mercados financieros parecían sorprendentemente tranquilos o resignados. Y con razón: la anunciada caída del gobierno había sido ampliamente anticipada por los inversores , y los debates previos a la votación no cambiaron la situación.
"Los mercados nos indican que la incertidumbre política francesa está arraigada y es probable que persista hasta 2027, pero también que la probabilidad de un frente político unificado es muy baja, lo que significa que el problema del déficit no se ha resuelto y que las incertidumbres corren el riesgo de frenar el crecimiento", resume Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones de la gestora francesa Carmignac.
La próxima fecha límite es el 12 de septiembre, con la decisión de la agencia de calificación Fitch, que podría rebajar la calificación de la deuda soberana francesa. Sin embargo, dicha sanción sería en gran medida simbólica, ya que los inversores consideran las decisiones de Fitch y sus competidores, S&P y Moody's, como evaluaciones ex post facto.
Tras las declaraciones alarmistas de François Bayrou, quien, durante su rueda de prensa del 25 de septiembre, declaró que «nuestro país está en peligro porque estamos al borde del sobreendeudamiento» , la financiación de la deuda francesa no se ve amenazada: el 4 de septiembre, la Agencia France Trésor, que gestiona la deuda del Estado, consiguió un préstamo de 11 000 millones de euros con vencimientos de entre diez y treinta años. Sin embargo, tuvo que conceder a los inversores tipos de interés significativamente más altos, del 3,57 % a diez años, frente al 3,17 % de una operación comparable en junio.
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Le Monde