Economía: ¿España está mejor que Francia gracias a opciones políticas diametralmente opuestas?

La etiqueta de ser el eslabón débil de la eurozona, heredada de la crisis financiera de finales de la década de 2000, ha caído en el olvido. En los últimos años, España ha recuperado su lugar entre las principales potencias europeas gracias a su sólido desempeño económico. Estos resultados han sido elogiados en toda Europa, e incluso le han valido el título de «potencia» del viejo continente.

Así, según las últimas estimaciones publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, el país de la Península Ibérica registrará un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,3 % durante los dos primeros trimestres de 2025, con una tasa de crecimiento anualizada del 2,8 %. Esta progresión está en línea con años anteriores: +2,7 % en 2023 y +3,2 % en 2024. Este fuerte impulso está dando lugar a numerosos análisis periodísticos. En particular, un artículo de BFMTV —en realidad, una reimpresión de un despacho de AFP— publicado el 29 de julio bajo el título: «Mientras toda Europa está paralizada, ¿cómo logra España mantener una tasa de crecimiento anual del 2,8 %?».