La industria vitivinícola francesa presenta los principales puntos de su plan de recuperación
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La industria vitivinícola francesa, en crisis, presentó el lunes durante el Salón Agrícola de París las grandes líneas de un plan de recuperación que pasa, en particular, por una modernización de la imagen del vino, más innovación y una oferta más adaptada a la demanda.
Las organizaciones profesionales comenzaron hace 18 meses a elaborar un diagnóstico del sector, que se enfrenta a una caída del consumo de vino en Francia (-70% desde los años 60), a un descenso de las exportaciones y a los riesgos climáticos.
"Se avecinan grandes nubes sobre todo el sector", resume Bernard Farges, presidente del Comité Nacional Interprofesional del Vino (CNIV).
Ante esta constatación, compartida por los distintos actores a pesar de la diversidad de situaciones (el vino tinto, por ejemplo, se ve más afectado que el champán), se ha elaborado una hoja de ruta colectiva.
Su ambición es, en particular, "valorizar y modernizar la imagen del vino" para atraer a las nuevas generaciones, que poco a poco se han ido alejando de él.
"El objetivo (...) es acercar a los jóvenes a los vinos desmitificando el producto y fomentando su consumo en momentos de convivencia y placer", detalla el plan de recuperación, titulado "Cap Vins".
Otros ámbitos identificados son la innovación (packaging, vinos sin alcohol, etc.), la puesta en valor del esfuerzo medioambiental de los viticultores, estrategias de exportación más ambiciosas o la adaptación de la oferta a la demanda.

Como respuesta a la crisis, a mediados de octubre el Ministerio de Agricultura puso en marcha un sistema de apoyo al desarraigo para reducir la sobreproducción.
Pese a la aparente urgencia, el sector no ha fijado un calendario preciso.
"Nuestra misión es trazar un rumbo", explica Bernard Farges del CNIV. "Hace 18 meses no habríamos podido venir ante ustedes (los medios de comunicación) a decir que el sector vitivinícola tenía que reducir sus velas, que tenía que innovar... La palabra recuperación aún no estaba en nuestro vocabulario."
"Tuvimos que compartir una visión, lo que no fue necesariamente fácil. Requirió mucho debate y consenso", explica Jérôme Bauer, presidente de la Confederación Nacional de Denominaciones de Origen Controladas (CNAOC).
"Hemos llegado a un punto de madurez en el que estamos todos alineados", subraya, defendiendo el plan presentado pese a la falta de medidas concretas por el momento. "No se trata de un documento vacío. Es una ambición declarada y compartida".
BFM TV