"No es nada serio": Macron reprende duramente a sus ministros tras la filtración del informe sobre el "entrismo" de los Hermanos Musulmanes.

El Presidente había convocado al Primer Ministro, François Bayrou, y a los ministros competentes, desde el Interior hasta los de Asuntos Exteriores, Finanzas, así como la Educación Nacional, la Enseñanza Superior y los Deportes. Según varias fuentes, Emmanuel Macron no se limitó a pedir a los ministros presentes que revisaran su copia. También le molestó que el informe que él mismo había solicitado en 2024 sobre los Hermanos Musulmanes y el islamismo político se hubiera filtrado a la prensa.
"El ambiente era tenso y Emmanuel Macron se enfadó con algunos de sus ministros por la preparación de la reunión y las filtraciones previas", confirmó una fuente ministerial. Según esta fuente, Bruno Retailleau, coronado el domingo con una rotunda victoria al frente del partido Republicanos , estaba claramente "en la mira de las filtraciones". Otro miembro del gobierno se muestra moderado: "Hubo un momento de tensión, pero no estaba dirigido específicamente contra Retailleau".
"Comunicación adecuada"El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, también irritó a Emmanuel Macron con su propuesta de abrir un distrito de alta seguridad en Guayana Francesa para los "jefes de las redes de narcotráfico", una idea que ha generado escalofríos en esta antigua colonia penal, a miles de kilómetros de Francia. "Entre un informe clasificado que se filtró convenientemente y una propuesta de una prisión de alta seguridad surgida de la nada (...) francamente, no es serio", señaló una fuente dentro del equipo presidencial.
El jefe de Estado pidió "una comunicación adecuada", añadió la fuente, recordando las reacciones violentas en partes del mundo musulmán tras su discurso de 2020 sobre el separatismo. "No podemos dar la impresión de que todos nuestros compatriotas musulmanes son agentes de influencia de la Hermandad Musulmana", continuó la fuente. El informe, cuya publicación en versión detallada está prevista para finales de esta semana, señala una "amenaza a la cohesión nacional" con el desarrollo del islamismo "de base" por parte de los Hermanos Musulmanes.
En respuesta, Bruno Retailleau denunció el martes la "amenaza" que supone el "entrismo" de los Hermanos Musulmanes, considerando que su objetivo es "empujar a toda la sociedad francesa hacia la sharia", aunque, según el informe, "ningún documento reciente demuestra tal voluntad". En declaraciones a Le Parisien, el ministro destacó la "infiltración en las asociaciones deportivas": "Hoy en día, se celebran rezos en los vestuarios o en clubes donde ya no se admiten chicas", explicó.
Y expuso ante el Senado algunas ideas iniciales, a saber, "una mejor organización del Estado" con "un verdadero líder en materia de inteligencia" y "una fiscalía administrativa en el Ministerio del Interior" para "llevar a cabo disoluciones" y "obstrucciones administrativas". Mencionó también "capacitaciones" para funcionarios públicos y electos locales y una "estrategia de sensibilización del público en general", destacando "agujeros en el sistema" en los "circuitos financieros" de este movimiento.
Presentada como "la rama nacional de los Hermanos Musulmanes en Francia", la Federación de Musulmanes Franceses denunció enérgicamente en un comunicado de prensa "acusaciones infundadas" y advirtió contra "fusiones peligrosas". Rechazamos firmemente cualquier acusación que intente asociarnos con un proyecto político extranjero o una estrategia de 'entrismo'. Esta interpretación ideológica no refleja ni nuestra realidad institucional ni nuestra acción sobre el terreno, aseguró.
El Consejo Francés del Fe Musulmán (CFCM), antiguo organismo representativo del islam que cayó en desgracia en 2021, también expresó su "profunda preocupación por los posibles abusos y explotación de los datos hechos públicos". "La islamofobia ha cruzado un umbral", tronó Jean-Luc Mélenchon, líder de La France Insoumise, en X, temiendo un "desencadenamiento de crueles inquisiciones". Incluso antes de su publicación oficial, la clase política rivalizaba en reacciones y propuestas. Como el jefe del Renacimiento, Gabriel Attal, que quería prohibir el velo en los espacios públicos para las menores de quince años. "Pero cuando se crea una norma, hay que estar seguro de poder aplicarla", respondió Bruno Retailleau.
SudOuest