Anuncio de servicios a domicilio de O2 en el metro: ¿pasado colonial o regreso al futuro?

Jacqueline aparece en primer plano en uno de los carteles publicitarios del metro de la empresa de servicios para el hogar O2. Se la ve feliz e incluso tiene diastema, el espacio entre sus dientes frontales blancos. Abajo, vemos a Jacqueline aspirando, y el mensaje es optimista: «Confiarle la limpieza a Jacqueline es abrirle la puerta a las sonrisas».

Ciertamente, y detrás de Jacqueline, la pequeña familia también es feliz. Un padre y una madre jóvenes con su pequeña hija en brazos. Todo es para bien en el mejor de los mundos posibles. La pequeña familia es blanca y, ah, sí, Jacqueline es negra. Uno podría haber imaginado lo contrario, como con este chiste donde un par de sirvientes blancos lavan los platos mientras tararean "Bajo los puentes de París" . "Ah, esta gente blanca", le dice el dueño de la casa a su esposa, "¡qué ritmo!". Con O2, no es tanto el pasado colonial lo que regresa, sino que uno teme que sea quizás un regreso al futuro.