Del cónclave de las pensiones a la ley Duplomb: François Bayrou, crónica de una caída prevista

Al decidir exigir responsabilidades a su gobierno, el Primer Ministro creyó estar arriesgando su plan de austeridad. Esto constituyó un suicidio político, ya que su mandato, marcado por el cónclave de las pensiones, el caso Bétharram y la votación de la impopular ley Duplomb, condujo a su aislamiento y a la desintegración de su apoyo.
Es un enigma bearnés. ¿Por qué, el 25 de agosto, François Bayrou tomó la decisión, un tanto alocada, de responsabilizar a su gobierno ? Una votación que, con toda probabilidad, debería llevar a la dimisión del gobierno. Todos intentan resolver el enigma como pueden.
Dos bandos se enfrentan. Hay quienes están convencidos de que «François Bayrou eligió la fecha y hora de su salida», como lo expresó un diputado socialista. Otros, por el contrario, creen saber que estaba seguro de que «triunfaría apostando a fondo». «Hace tiempo que cree tener una conexión especial con el pueblo francés. Cree que está manipulando a la opinión pública en contra de los partidos», analiza un veterano político que conoce muy bien al personaje.
Lo único cierto es que François Bayrou selló su destino el 21 de agosto, durante una cena celebrada en la clandestinidad de los muros del Fuerte Brégançon. Unos días antes, había advertido a Emmanuel Macron de su intención de exigir responsabilidades al gobierno, de conformidad con el artículo 49, párrafo 1, de la Constitución. Necesita su aprobación para convocar el Parlamento; más le vale no pillarlo desprevenido y arriesgarse a que se enfade. Los dos altos funcionarios del Estado se encuentran así cara a cara.
Eso...
L'Humanité