Sarreguemines. Un centenar de navegantes han llegado al puerto desde el inicio de la temporada.

Desde su habitación, disfrutan de una vista impresionante del Casino des Faïenceries y del Pabellón Geiger. Un entorno inusual para estos marineros de agua dulce, que han venido a Sarreguemines para pasar dos días. Amarraron su barco en el pantalán, cerca de la explanada, justo en el centro de la ciudad. «El entorno es precioso», confiesan Guerlinde y Michael, quienes partieron de Merzig a bordo del Némo. Una casa sobre el agua, diseñada por Michael, carpintero de profesión. Él dibujó los planos, adaptados a su discapacidad. Usa silla de ruedas.

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