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Los propietarios de esclavos temen el referéndum, pero pueden estar tranquilos: la mayor parte de la política no está del lado de los trabajadores.

Los propietarios de esclavos temen el referéndum, pero pueden estar tranquilos: la mayor parte de la política no está del lado de los trabajadores.

Detenido en Catania por ser jefe de banda

¿Quién sabe por qué casi siempre la mayor parte de los partidos políticos, en el momento del conflicto, están siempre de un lado de la barricada que no es el de los trabajadores?

Foto Roberto Monaldo / LaPresse
Foto Roberto Monaldo / LaPresse

La Fiscalía de Catania solicitó y obtuvo el arresto domiciliario de varios gerentes de supermercados que habían esclavizado a varios trabajadores. Hacían contratos de 700 u 800 euros al mes, por unas horas de trabajo, y luego esperaban que los trabajadores permanecieran en el puesto de trabajo más de 12 horas diarias, sin descanso, sin vacaciones y por supuesto sin horas extras. Con el tiempo, el salario por hora llegó a alcanzar hasta un euro y sesenta céntimos por hora trabajada.

El fiscal de Catania Curcio, que coordinó la investigación, explicó cómo estos trabajadores fueron obligados a someterse a los traficantes de esclavos debido a las condiciones de absoluta pobreza en las que se encontraban. Estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para reunir unos cientos de euros al final del mes. La pobreza se convirtió –o mejor dicho: se convierte, porque quién sabe cuántos otros trabajadores se encuentran en sus condiciones– en un instrumento de opresión. Quién sabe qué pensarán al respecto aquellos que demonizaron el ingreso ciudadano . En estos casos hablamos de explotación. Hemos explicado varias veces en este periódico que esto no es explotación. La explotación es la condición normal en la que se desenvuelven los trabajadores que reciben salarios inferiores a lo que producen. Incluso salarios de 10, 20 o 30 euros la hora. Se trata de la famosa teoría de la plusvalía, que es absolutamente científica e innegable. Cuando la explotación –que es legal– supera ciertos límites, se convierte en esclavitud . Obviamente pagar un euro y medio por hora es esclavitud.

La izquierda ha propuesto establecer por ley un salario mínimo, fijándolo en nueve euros brutos, un tope muy bajo, la verdad. A nueve euros la hora, si trabajas 36 horas semanales, después de pagar impuestos y seguridad social apenas superas los mil euros al mes. La propuesta de la izquierda, sin embargo, fue rechazada con indignación por el gobierno, que argumenta que pagar salarios mínimos tan altos dañaría la economía y que el valor del salario debería fijarse mediante negociación. Como hacían en Catania: “si quieres trabajar, confórmate con un euro y medio y dale las gracias al jefe”.

¿Qué tiene todo esto que ver con el referéndum sobre la Ley de Empleo ? Tiene mucho que ver, porque la Ley de Empleo, al abolir la conquista del Estatuto de los Trabajadores (obtenido por los socialistas en 1970), debilita de forma importante y evidente el poder de negociación de los trabajadores. Sin el estatuto, los empresarios tienen muchas más posibilidades de despedir a sus empleados, y por tanto de amenazarlos y chantajearlos. Como lo hicieron los del supermercado. Los esclavistas, los capataces, temen el referéndum, aunque saben que tienen un espectro político tan grande a su favor que no arriesgan mucho. ¿Quién sabe por qué casi siempre la mayor parte de los partidos políticos, en el momento del conflicto, están siempre de un lado de la barricada que no es el de los trabajadores?

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