Ovidio Guzmán se declarará culpable por narcotráfico en EE. UU.

Ovidio Guzmán López, conocido como ‘El Ratón’, ha decidido aceptar lo inevitable: se declarará culpable ante una corte estadounidense por múltiples cargos de narcotráfico, en lo que representa un giro crucial para el caso más emblemático que involucra a la nueva generación del Cártel de Sinaloa.
El documento presentado por el Departamento de Justicia de EE. UU. indica que la audiencia programada para mayo fue cancelada, y una nueva fecha fue establecida para julio. En ese momento, el hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán aceptará oficialmente su culpabilidad ante la Corte del Distrito Norte de Illinois, donde enfrenta cinco cargos federales.
El expediente indica claramente que Ovidio Guzmán ha optado por renunciar al juicio, posiblemente como parte de un acuerdo de cooperación o una estrategia para obtener una reducción de condena. La fiscalía debe presentar el acuerdo de culpabilidad al tribunal al menos tres días antes de la nueva audiencia.
Este paso marca el fin de una etapa y el inicio de otra: la de las consecuencias penales formales para quien fuera uno de los rostros más visibles de la facción Los Chapitos, una organización que heredó el poder criminal tras el arresto y extradición de su padre.
Nacido en el seno de una de las familias más temidas del crimen organizado, Ovidio no solo es hijo de El Chapo, sino también una figura clave en el actual entramado del narcotráfico en el hemisferio occidental. Durante años operó al lado de sus hermanos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, quienes actualmente están prófugos en México.
Con ellos, Ovidio forma parte del grupo Los Chapitos, una violenta facción del Cártel de Sinaloa acusada de mantener una red transnacional de tráfico de drogas, armas, lavado de dinero y terrorismo criminal. Los cargos que enfrenta reflejan precisamente esa estructura:
- Posesión de drogas con intención de distribuir
- Conspiración para distribuir sustancias controladas
- Lavado de dinero
- Participación en una empresa criminal continua
- Portación ilegal de armas de fuego
Más allá del efecto inmediato sobre su caso personal, la declaración de culpabilidad de Ovidio Guzmán representa una victoria judicial para Estados Unidos, que ha buscado durante años desmantelar los altos mandos del narcotráfico mexicano.
Además, podría abrir la puerta a información estratégica sobre otros miembros de Los Chapitos, e incluso sobre la red financiera y logística del Cártel de Sinaloa. No se descarta que parte del acuerdo incluya la colaboración de Ovidio con las autoridades.
Otra señal significativa es que ya no aparece en custodia del Buró Federal de Prisiones, lo que sugiere una posible reubicación por motivos de seguridad, o su traslado a un centro de reclusión especial en preparación para la audiencia.
Mientras Ovidio enfrenta a la justicia, sus hermanos Iván Archivaldo y Alfredo continúan operando desde México. Ambos son considerados generadores de violencia en Sinaloa y otras regiones del país, y son buscados por agencias como la DEA y el FBI.
La posible colaboración de Ovidio con las autoridades podría generar tensiones internas en la organización y fragmentaciones en la estructura del cártel. Esto no solo afectaría la cadena de mando, sino también la estabilidad territorial de Sinaloa, donde Los Chapitos mantienen enfrentamientos con otras facciones como la del Mayo Zambada.
La figura de Ovidio Guzmán también está cargada de simbolismo. Su captura, liberación y posterior recaptura generaron polémica nacional e internacional. La primera vez que fue arrestado, el gobierno de México lo liberó tras una jornada de violencia conocida como el “Culiacanazo”. En su segunda captura, fue extraditado sin mayores contratiempos.
Su destino está sellado, pero el de la organización que ayudó a liderar aún está por escribirse.
La declaración de culpabilidad de Ovidio Guzmán puede ser el inicio del desmoronamiento legal de una de las estructuras criminales más poderosas del mundo. Con su padre condenado de por vida en una prisión de máxima seguridad y él mismo ahora aceptando su responsabilidad, la presión se centrará sobre los otros hermanos prófugos.
El caso tiene implicaciones más allá del narcotráfico: refleja el complejo vínculo entre México y EE. UU. en materia de seguridad, el poder de las organizaciones criminales y la capacidad del sistema judicial estadounidense para aplicar justicia, incluso a los criminales más notorios.
La Verdad Yucatán