Bruselas quiere movilizar 100.000 millones con la creación de un Banco para la Industria Limpia
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En un momento de crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos y una carrera entre las principales potencias mundiales por la competitividad industrial, la Comisión Europea pone sobre la mesa, como había prometido, las líneas maestras de esta nueva legislatura en los 100 primeros días de mandato. Lo hace lanzando la segunda parte de Pacto Verde que marcó la anterior legislatura, el Pacto por la Industria Limpia. Un plan para movilizar hasta 100.000 millones de euros en el corto plazo a través de un Banco para la Industria Limpia que permita dotar de apoyo económico a la industria de las energías verdes y la descarbonización, 1.000 millones de los cuales al amparo del próximo presupuesto comunitario. Este plan que incluye medidas para agilizar la concesión de ayudas de Estado e incentivos fiscales para movilizar la inversión verde.
La idea de este Pacto por la Industria Limpia es llevar a la práctica industrial el proceso de descarbonización iniciado en el anterior mandato con el foco puesto en los sectores más intensivos en energía, cuya competitividad se ve afectada por los altos precios de la electricidad, y en las energías verdes, como parte de la transición hacia las renovables.
Para tal fin el plan contempla la creación incentivos fiscales nacionales para los que la Comisión emitirá recomendaciones a nivel europeo. La vicepresidenta comunitaria para la Transición Limpia, Teresa Ribera, ha indicado que el plan incluye "acciones a medio plazo, para dar certidumbre y predictibilidad para construir confianza, desbloquear inversión y dotar a las compañías de las condiciones necesarias para crecer".
Es así que la idea del Ejecutivo comunitario incluye varias propuestas. Por un lado, por adoptar un marco simplificado para conceder ayudas de Estado para la industria limpia, que permitirá aprobar nuevas ayudas públicas de forma más rápida para impulsar el desarrollo de renovables, impulsar los procesos de descarbonización y asegurar la suficiente capacidad de fabricación de la industria limpia.
Además, este plan contempla no solo fortalecer el fondo de Innovación sino también la creación de un Banco para la Descarbonización Industrial, con 100.000 millones de euros en financiación que procederán del fondo de Innovación (20.000 millones), de contribuciones de los Estados miembro (30.000 millones) y de los beneficios generados por los Derechos de Emisión (25.000 millones), y de la simplificación regulatoria llevada a cabo por la Comisión Europea del programa Invest EU (25.000 millones)
Concretamente, Bruselas plantea la revisión del programa Invest EU de tal manera que se pueda incrementar su capacidad para asumir riesgos y movilizar hasta 50.000 millones de euros en financiación pública y privada para la industria limpia, la movilidad verde y la reducción de residuos.
Entra en juego también el Banco Europeo de Inversiones, que pondrá a disposición de la industria una serie de paquetes de financiación destinados a impulsar las interconexiones energéticas a través de la concesión de garantías a los fabricantes de componentes del sector. A ello se suma un programa, conjunto entre la entidad y la Comisión Europea, destinado a ofrecer garantías para los contratos de compra de energía ( PPA por sus siglas en inglés para Power Purchase Agreement) de pequeñas y medianas empresas y de compañías intensivas en energía y, por último, la puesta en marcha de un instrumento de garantías para las tecnologías limpias en el marco del programa Tech EU impulsado por InvestEU.
A nivel regulatorio, este paquete por la industria limpia incluye una ley para la aceleración de la descarbonización industrial que pretende acelerar la concesión de permisos en este tipo de iniciativas empresariales, por ejemplo, para modernizar la producción de acero. Además, establecerá una etiqueta para las bajas emisiones e introducirá criterios para impulsar una cadena de suministro limpia en los sectores industriales intensivos en energía.
Por otro lado, Bruselas propone una revisión de la directiva de contratación pública para dar prioridad a los criterios de sostenibilidad en estos procesos en sectores estratégicos, un nuevo marco de ayudas de Estado para el Pacto de la Industria Limpia que permitirá agilizar la concesión de ayudas para los proyectos de renovables, una legislación para impulsar la producción de hidrógeno para dar predictibilidad a la industria estableciendo las condiciones para que las compañías inviertan y, por último, una legislación de Economía Circular para impulsar la reutilización de materiales y residuos.
Además, la propuesta legislativa incluye el refuerzo y la ampliación del Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (conocido como C-BAM), para que llegue a aplicarse a más sectores. El vicepresidente comunitario para Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, ha avanzado la creación de un programa de compras conjuntas de materias primas críticas que, emulando la fórmula de la compra de vacunas durante el COVID, será voluntario. Además, se impulsará la extracción y explotación de materias primas y tierras raras en suelo comunitario.
Como añadido, parte de este paquete incluye la presentación, en marzo, de un plan de acción para el sector del automóvil y otro para el aluminio y acero en primavera. Además, tiene en el punto de vista hacer lo propio con el sector químico y el sector de las tecnologías limpias.
eleconomista