La capacidad nuclear en el mundo se duplicará para el 2050, según la ONU

El mundo va en una dirección, mientras España va hacia otra.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)–agencia de Naciones Unidas– revisó ayer al alza, por quinto año consecutivo, sus proyecciones sobre la expansión de la energía nuclear hasta el 2050.
De acuerdo con sus cálculos, la capacidad instalada en el mundo podría incluso más que duplicarse de aquí hasta el 2050, hasta 2,6 veces el nivel del 2024, en el escenario más optimista.
España en cambio mantiene su plan de cierre escalonado, que prevé que las centrales nucleares en el territorio español deben cerrar sus operaciones entre los años 2027 y 2035.
En la presentación de su informe, el OIEA estima que a finales del 2024 había operativos 417 reactores nucleares en el mundo, con una capacidad total de 377 gigavatios eléctricos (GWe). En total, el 8,7% de la energía eléctrica producida en el mundo en el 2024 fue de origen nuclear.
Este porcentaje va a subir. Porque el futuro para el átomo es de color rosa, según esta agencia de la ONU, con la capacidad que aumentaría hasta los 992 GWe en los próximos 25 años. Detrás de este boom está la nueva tecnología de los reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés), que tendrá un papel clave en esa expansión, con entre el 5 y el 24% de la nueva capacidad instalada.
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Desde el 2021, cuando el OIEA revisó al alza sus proyecciones por primera vez desde el accidente de Fukushima en el 2011, las previsiones han seguido subiendo de forma sostenida. La organización señala que existen 31 países que cuentan con plantas de energía nuclear, mientras que otros 30, entre ellos Egipto, Turquía y Bangladesh están construyendo instalaciones atómicas para generar electricidad.
Según el director general del OIEA, Rafael Grossi, uno de los factores detrás de esta expansión de es que se ha facilitado la financiación a través de bancos e instituciones multilaterales.
Actualmente, cerca de dos tercios de la capacidad de energía nuclear ha estado en operación por más de 30 años y cerca del 40% por más de 40 años, lo que pone de relieve la necesidad de una capacidad nuclear nueva significativa para compensar las retiradas a largo plazo. Extender la vida útil de los reactores existentes es la manera más rentable.
“Estos cálculos del OIEA no tienen en cuenta las incógnitas geopolíticas, como las guerras, que pueden poner en entredicho estas previsiones”, comenta un ingeniero nuclear de una consultora energética barcelonesa. De hecho, el mismo Rafael Grossi del OIEA ha visitado en varias ocasiones la central de Zaporiyia en Ucrania, cuya seguridad está en peligro mientras dure el conflicto armado.
El debate en España está más abierto que nunca. “El mundo lo tiene claro y gobiernos de muy distintos signos apuestan por la energía nuclear con la continuidad de sus reactores y la construcción de nuevas unidades. La mayoría de países con centrales nucleares similares a las españolas han extendido su operación a largo plazo al tratarse de la solución óptima tanto desde el punto de vista de la garantía de suministro como de la competitividad económica y los retos ambientales. Sin embargo, en España, donde la contribución de la energía nuclear es muy relevante, se ha decidido su total abandono”, recordaba recientemente el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce.
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Por su parte, las organizaciones ecologistas del Movimiento Ibérico Antinuclear critican el intento de retrasar el cierre nuclear en España y han recordado que las renovables son la única garantía de un futuro seguro y limpio, mientras que mantener las centrales abiertas supone aumentar el riesgo y los costes de la electricidad para la ciudadanía.
En todo caso el estudio confirma la tendencia a la electrificación de la economía. Si la electricidad representaba el 20% del consumo energético en el 2024, para el 2050 pasará a ser más del 43%.
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