Lage o Borges: uno de ellos será campeón sin haberlo soñado

Era agosto de 2024. Después de un verano algo agitado, comenzaba una nueva temporada y, con ella, nuevas ambiciones de títulos entre los tres equipos 'grandes' del fútbol portugués. El Sporting se había coronado campeón, tres años después de romper una larga sequía. En medio de las celebraciones por el título, Ruben Amorim prometió un segundo campeonato que se les ha escapado a los 'leones' durante más de 70 años. El deseo era real. Y después de 11 victorias consecutivas en la apertura, la cosa se volvió aún más así. Hasta que todo cambió en noviembre. Pero llegaremos allí.
En ese momento, Roger Schmidt ya había sido despedido del Benfica. Tras una temporada lejos del brillo de la temporada de debut, cinco puntos perdidos en las primeras cuatro jornadas arruinarían todo, obligando al presidente Rui Costa a actuar.
Bruno Lage, campeón de los 'encarnados' en 2018/19, fue la elección de la directiva, lo que provocó cierta desconfianza entre los aficionados, a raíz de su reciente y desastrosa aventura en el equipo brasileño Botafogo, estando muchos meses desempleado. Luís Filipe Vieira incluso comentó: «Bruno Lage definitivamente no era la primera opción».
Sin embargo, el regreso a casa de Lage se mostró asegurado desde el principio, con ocho victorias consecutivas que pusieron al Benfica en cabeza, en gran medida gracias a su eterno rival. Atraído por el Manchester United, Rúben Amorim volvió a 'animar' el campeonato.
Nunca se sabe qué habría pasado si Rúben Amorim hubiera seguido al frente de los 'leones' hasta final de temporada, pero lo cierto es que el Sporting parecía imparable y en camino de lograr ese prometido segundo título. João Pereira fue el hombre que siguió.
Una elección arriesgada, viniendo del equipo B y con muy poca experiencia, y Frederico Varandas, esta vez, no tenía un ojo 'clínico'. Duraría sólo cuatro jornadas, habiendo aportado sólo una victoria, un empate y dos derrotas.
Con el Benfica por delante a pocos días del derbi de la primera vuelta, el Varandas reaccionó a la 'caída libre' del Sporting y fichó a Rui Borges, procedente del Vitória de Guimarães, que estaba haciendo una campaña brillante en la Conference League, aunque de forma algo intermitente en la I League.
Borges nunca perdió El debut no pudo ser mejor. En Alvalade, el Sporting venció 1-0 al Benfica y volvió al liderato, junto al FC Porto, que también atravesaría una crisis y un nuevo cambio técnico poco después, sin surtir efecto.
La derrota afectó a las 'águilas', que sufrieron dos derrotas más en las tres jornadas siguientes -ante Sporting de Braga y Casa Pia-, motivando una nueva ola de críticas, mientras el Sporting volvía a 'dispararse' por delante, con seis puntos de ventaja.
Rui Borges nunca ha perdido en Liga desde que se hizo cargo del Sporting, pero tres empates consecutivos con FC Porto, Arouca y AVS permitieron al Benfica recuperarse, en una unión de fuerzas que llevaría a nueve victorias consecutivas.
El Sporting empató en casa con el Sporting de Braga, por la jornada 28, pero el Benfica hizo lo mismo la semana siguiente, contra el Arouca, lo que nos lleva al punto actual: un derbi lisboeta que podría definir a ambos equipos como campeones.
A partir de las 18h de este sábado, en el Estádio da Luz, el Sporting será campeón si gana y el Benfica será campeón si gana por dos o más goles. Un empate o una victoria ajustada de los 'reds' aplazaría todo hasta la 34ª y última jornada. Es emoción hasta el último minuto.
Si Bruno Lage ya tiene experiencia en luchar por títulos sin ser titular en el club, como en la 2018/19, cuando 'saltó' del filial al primer equipo sustituyendo a Rui Vitória, Rui Borges puede conquistar el primer trofeo de su todavía corta carrera.
Baile de entrenadores Por primera vez en la historia del campeonato portugués, los tres equipos 'grandes' cambiaron de entrenador durante la misma temporada. También le pasó lo mismo al FC Porto, en una temporada que empezó con la Supercopa, pero que rápidamente 'cayó'.
Ex asistente de Sérgio Conceição, Vítor Bruno entró en una disputa con su antecesor en el cargo cuando asumió, bajo la confianza de André Villas-Boas, e incluso interfirió en la lucha por el liderazgo al principio, pero la pésima entrada en 2025 fue la 'gota que colmó el vaso'.
Dos derrotas y tres empates seguidos, durante la transición entre Vítor Bruno, el interino José Tavares y Martín Anselmí, dejaron al FC Porto fuera de la lucha por el título, que no logró recuperar, y el argentino tardó mucho en justificar su fichaje.
Lo mejor que han conseguido los 'dragones', de la mano de Anselmí, han sido dos victorias consecutivas en el campeonato y, a falta de dos jornadas, luchan con el Sporting de Braga por la última posición del podio, ambos con 65 puntos.
Los cambios inéditos en los tres 'grandes' clubes coinciden con un año atípico en cuanto al 'baile' de entrenadores en la I Liga, con sólo cuatro clubes manteniendo el mismo timonel desde el inicio: Santa Clara, Estoril Praia, Casa Pia y Nacional.
Vasco Matos, en los azorianos, el escocés Ian Cathro, en los canarinhos, João Pereira, en los gansos, y Tiago Margarido, en los madeirenses, son los únicos supervivientes en una temporada en la que algunos clubes fueron dirigidos por cinco entrenadores.
En este cálculo, los ganadores son Gil Vicente y Boavista, seguidos por el AVS, con cuatro entrenadores diferentes a lo largo de la temporada –José Mota sustituyó a Rui Ferreira esta semana-. Sporting, FC Porto, Vitoria de Guimarães y Famalicão sumaron tres.
Jornal Sol