Semiconductores: el petróleo de la era digital

Los semiconductores se han convertido en un recurso estratégico crucial en el siglo XXI, a menudo comparados con el petróleo debido a su impacto en la economía global, la tecnología y la geopolítica. Si en el pasado el control sobre las reservas de petróleo determinaba el poder de las naciones y las empresas, hoy son los chips electrónicos los que impulsan la innovación y la competitividad. El petróleo ocupa sin duda una posición especial dentro del sector energético, y es importante resaltar que en las últimas décadas la geopolítica ha sido uno de los principales motores que ha definido el precio del barril de petróleo en los mercados internacionales. A diferencia del petróleo, que vale seis veces más que en 1995, una de las características que sustenta el papel de los semiconductores en el comercio mundial es su precio, que ha caído drásticamente en las últimas décadas. Semiconductores o petróleo: ¿qué se comercializa más? Según datos del OEC (Observatorio de Complejidad Económica), después de 2015 los semiconductores fueron el commodity más comercializado, dominando este ranking con alrededor del 15% frente al 9% del petróleo.
Tras la dramática escasez de chips semiconductores en el mercado, que creó caos en varias industrias –en gran medida debido a la pandemia de Covid-19, que interrumpió las principales cadenas de distribución–, hemos visto a las principales economías intentar invertir frenéticamente en la creación de producción local de semiconductores para sostener la dinámica entre la demanda y la oferta. Empresas como Nvidia, Intel, AMD, Micron, ASML, Infineon, por nombrar solo algunos de los mayores productores, vieron sus acciones apreciarse rápidamente en el mercado, para el deleite de los inversores cómodamente vestidos con sus “pieles de toro”. Estos acontecimientos plantean una posible pregunta: ¿será la industria de los chips el nuevo petróleo? El director ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger, afirma que el suministro de chips será más importante que el petróleo y el gas en las próximas cinco décadas. ¡Para los inversores, la euforia en el sector de fabricación de chips puede no terminar aquí! El mercado mundial de semiconductores tuvo su mejor año de ventas en 2024, superando los 600 mil millones de dólares por primera vez, y para 2025 se proyecta que el crecimiento del mercado aumente en más del 10%, con los principales bloques invirtiendo agresivamente para desarrollar una industria independiente, como Europa, que pretende duplicar su participación en la producción mundial para 2030 para reducir la dependencia de Asia, y Estados Unidos, que planea brindar incentivos para la producción nacional. ¡Buenas noticias para los productores!
Así como en el pasado, cuando los países luchaban por el control del petróleo, hoy las grandes potencias compiten por el liderazgo en la producción de semiconductores.
La creciente importancia de los semiconductores los ha convertido en una pieza central de la geopolítica global. Las tensiones entre Estados Unidos y China, por ejemplo, se han visto intensificadas por las restricciones estadounidenses al acceso chino a tecnologías de chips avanzadas. Además, la dependencia excesiva de unos pocos fabricantes puede hacer que los países sean vulnerables a crisis económicas y conflictos geopolíticos. ¿Cuál es el impacto de los semiconductores en nuestra vida diaria? Teléfonos inteligentes, computadoras, vehículos eléctricos, dispositivos electrónicos e Inteligencia Artificial: su importancia es tan grande que la escasez de semiconductores en los últimos años ha causado impactos importantes en varios sectores del mercado, generando incertidumbre y volatilidad en las principales bolsas mundiales. Así como en el pasado, cuando los países luchaban por el control del petróleo, hoy las grandes potencias compiten por el liderazgo en la producción de semiconductores. Estados Unidos, China, Taiwán, Corea del Sur y la Unión Europea son los bloques que están invirtiendo fuertemente para fortalecer sus cadenas productivas y reducir la dependencia externa.
La gran pregunta que queda es: ¿quién dominará esta nueva era digital? El futuro de la economía global puede depender de quién controle los semiconductores, el petróleo de la era moderna.
Artículo publicado en EXAME nº 488



