Un arquitecto y sus estudiantes ganan un concurso para reinventar la lana.

La arquitecta Liliana Carvalho y las estudiantes Beatriz Gonçalves, Elvira Pomar y Guadalupe Moura son las ganadoras del concurso Lãnd Design Award, que también otorgó una mención honorífica a Joana Henriques, también estudiante.
Promovido por el Ayuntamiento de Manteigas y la Red de Pueblos de Montaña, con el patrocinio de Crédito Agrícola, en el marco del festival Lãnd — Wool Innovation Week, celebrado en el pueblo de montaña a finales de mayo, el premio distingue proyectos de diseño innovadores, piezas y objetos que utilizan la lana como materia prima principal.
Creadores y diseñadores, estudiantes y profesionales, fueron desafiados a "reinventar la lana, valorando este recurso endógeno y sostenible a través de soluciones innovadoras que respeten los principios de la economía circular", señalaron los promotores en un comunicado enviado a la agencia de noticias Lusa.
La arquitecta Liliana Carvalho, con el proyecto FonoLã, ganó la categoría principal del concurso, el Premio a la Sostenibilidad, dotado con 5.000 euros.
FonoLã “recupera lana natural para crear paneles acústicos sostenibles, fabricados con lana y cal, siguiendo los principios de la economía circular, desde la cuidadosa selección de materiales y recursos hasta el encofrado de la mezcla, con el objetivo de repensar los procesos de reciclaje y minimizar los residuos”.
El Premio Estudiantil, dotado con 1.500 euros, fue otorgado a Beatriz Gonçalves, Elvira Pomar y Guadalupe Moura, estudiantes de Diseño de Equipamiento de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa, que compitieron con el proyecto Pinga.
Se trata de “un saco fabricado con lana portuguesa y madera pombalina, al final de su vida útil, procedente de obras de rehabilitación de edificios, diseñado para el transporte de vino, aprovechando las cualidades de aislamiento térmico y amortiguación de la lana”.
El jurado del premio Lãnd Design Award también otorgó una mención honorífica, en la categoría de Estudiantes, a Joana Henriques por el proyecto Sementeira.
El estudiante, que también cursa Diseño de Equipamiento en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa, propone que el excedente de lana producido localmente se devuelva a la tierra y se transforme en semilleros para recibir y proteger las semillas durante la germinación.
"Estas plántulas se pueden plantar directamente en el suelo de la montaña, en el mismo territorio de donde proviene la lana, cerrando el ciclo y devolviendo a la naturaleza algunos de los recursos que recibimos de ella", afirma la organización del concurso.
Creado hace dos años, el Premio de Diseño Lãnd tiene como objetivo "impulsar la dinámica de innovación y creatividad presente en la región, premiando a estudiantes, diseñadores y creativos que utilizan la lana como materia prima principal en sus proyectos y soluciones de diseño".
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