El consumo de vino brasileño está en auge. Buenas noticias para las pequeñas bodegas y el enoturismo.

El vino es la segunda bebida alcohólica más consumida por los brasileños. Según el Estudio de Mercado del Instituto MDA Pesquisa, en colaboración con Sebrae y el Instituto de Gestión, Planificación y Desarrollo de la Viticultura del Estado de Rio Grande do Sul-Consevitis, El 70% de los encuestados afirmó haber consumido vino brasileño en los últimos seis meses y el 68,5% realizó alguna compra durante ese período. , especialmente mujeres con mayor nivel educativo e ingresos, y residentes en las regiones Sur y Sudeste. Los datos demuestran un mercado potencial para las pequeñas bodegas y el enoturismo.

Con el objetivo de fortalecer la cadena vitivinícola, formada en gran parte por pequeñas empresas familiares, Sebrae viene trabajando con Consevitis y una de las acciones importantes es el Proyecto Imagen, estructurado en los pilares de cualificación, inteligencia de mercado y promoción para incrementar el consumo del vino brasileño y posicionar el enoturismo como una experiencia de valor cultural y económico.

La iniciativa está presente en siete estados estratégicos: Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, São Paulo, Minas Gerais, Bahía y Río de Janeiro. Su objetivo es aumentar el consumo de vino per cápita, destacando la calidad de las marcas nacionales y fortaleciendo su imagen positiva. Además, busca impulsar las ventas en el mercado nacional y fomentar el emprendimiento en el sector vitivinícola.

Para eso, La acción reúne a periodistas e influencers especializados en turismo, gastronomía y cultura para una inmersión en las rutas del vino de estos lugares. Con el objetivo de visibilizar el enoturismo en Brasil, promover la producción local e impulsar las pequeñas empresas de la región, el programa incluye visitas a bodegas, experiencias enoturísticas, encuentros con emprendedores locales y momentos de conexión con la identidad de la región.

El proyecto representa una gran oportunidad para las pequeñas empresas del sector, ya que impulsa el emprendimiento y contribuye al desarrollo regional. Al atraer a un público cada vez mayor a las bodegas, promueve el consumo y fortalece la economía local.

Carmen Sousa, analista de la Unidad de Competitividad.

“Lo más importante es garantizar dignidad, renta a los productores rurales e inclusión a los emprendedores que, muchas veces, nunca tuvieron acceso a estrategias de mercado, pero que ofrecen productos de excelente calidad y aún enfrentan desafíos para ampliar sus ventas”, comenta la analista de la Unidad de Competitividad – Núcleo de Agronegocios y responsable del segmento Vinos de Sebrae Nacional, Carmen Sousa.

Datos de investigación

• A pesar de que la cerveza es la bebida alcohólica preferida como líder (54%), el vino ocupa el segundo lugar, con el 33% de la preferencia de los encuestados;
• El 68,5 % de los participantes afirmó haber comprado al menos una botella de vino en los últimos tres meses. Cabe destacar que el 52 % consume vino a diario o semanalmente, con predominio de mujeres, personas de entre 35 y 44 años, residentes de las regiones Sur y Sureste, con mayor nivel educativo e ingresos.
• El vino tinto es con diferencia el más consumido (80%), seguido del blanco (9%) y el rosado (7%);
• Los principales canales de compra son los supermercados (89%), seguidos de los grandes almacenes (40%) y las compras en línea (27%). Los criterios que influyen en la elección de la ubicación incluyen el precio (29%), la facilidad de compra (28%) y la variedad de opciones (27%).
• El precio promedio pagado por botella es de R$ 66,30;
• Entre los retos para aumentar el consumo de vino, el 52% cita el precio;
• Independientemente de la frecuencia de consumo, el vino brasileño mantiene una sólida presencia: el 70% de los entrevistados afirmó haber consumido vino nacional en los últimos seis meses y el 66% realizó alguna compra en ese período.