Y otra vez la cuestión del huevo.

Según informó el servicio de prensa del Ministerio de Comercio e Integración, el pasado lunes se firmó un memorando de cooperación entre éste, el Ministerio de Agricultura, la Unión de Avicultores, la Asociación de Productores de Huevos y la Unión de Cadenas Minoristas. El documento establece una serie de obligaciones para todos los participantes del mercado.

Las granjas avícolas están obligadas a mantener los precios de venta en un nivel estable, evitando subidas bruscas. Las cadenas minoristas se comprometen a respetar el margen máximo y a no cobrar pagos adicionales por la venta de productos. “Y el Ministerio de Agricultura estudiará la cuestión de introducir restricciones a la importación de huevos comestibles para proteger a los productores locales”, indicó el Ministerio de Comercio en un comunicado.

Además, se reforzará el control sobre las llamadas importaciones grises y se retirarán de la circulación los huevos importados ilegalmente.

Por cierto, en la primavera de 2024, Kazajstán ya introdujo una prohibición temporal a la importación de huevos durante seis meses. En aquel momento, se trataba de importaciones por carretera procedentes de países de la Unión Económica Euroasiática y de terceros países. La prohibición se debe a un descenso estacional de la demanda: en primavera y verano el mercado está totalmente cubierto por la producción local y los hogares. El Ministerio de Agricultura explicó en su momento que debido a la disminución de la demanda los precios estaban cayendo, lo que impactó negativamente en las granjas avícolas.

La decisión de prohibir la exportación de huevos aún no se ha tomado, pero se está discutiendo activamente al respecto.

Togzhan GANI, foto de Vladimir ZAIKIN, Astaná