Se ha hecho un descubrimiento interesante en la anatomía de las serpientes.

Una nueva célula podría cambiar nuestra comprensión de la digestión de los reptiles
Hasta hace poco, era un misterio cómo sus cuerpos lograban procesar las estructuras óseas duras, ya que la mayoría de los animales no pueden digerir completamente los huesos, y los esqueletos que ingieren suelen expulsarse sin sufrir modificaciones. Pero ahora, los científicos han hecho un descubrimiento importante que arroja luz sobre este misterioso proceso. Investigadores han descubierto un tipo de célula previamente desconocido en el intestino de las pitones birmanas que parece permitirles ingerir y procesar completamente los esqueletos de sus presas.

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Hay muchos animales en la naturaleza capaces de tragarse presas enteras, y las serpientes se encuentran entre los más asombrosos de esta clase. Pueden abrir las mandíbulas y tragarse incluso huesos grandes, algo que normalmente parecería imposible. Pero un nuevo estudio ha revelado a los científicos cómo las serpientes son capaces de digerir huesos.
Anteriormente, se creía que las serpientes utilizaban únicamente mecanismos mecánicos y químicos para descomponer los huesos, o que simplemente los tragaban enteros sin digerirlos por completo. Sin embargo, nuevos datos indican que poseen células especializadas que les ayudan no solo a absorber calcio y fósforo, sino también a descomponer completamente las estructuras óseas, convirtiéndolas en componentes fácilmente excretables. Estas células difieren de los enterocitos absorbentes habituales presentes en la mayoría de los vertebrados y presentan una morfología única: son estrechas, con microvellosidades cortas y pliegues que forman estructuras complejas similares a criptas. Durante el estudio, los científicos emplearon métodos modernos de diagnóstico por microscopio óptico y electrónico, y analizaron los niveles de hormonas y otros elementos en la sangre de serpientes con diferentes dietas, desde presas comunes hasta alimentos deshuesados y suplementos de calcio. Como resultado, se reveló que estas células contienen criptas apicales, en cuyo interior se encuentran grandes partículas ricas en calcio, fósforo y hierro, lo que indica su papel en el procesamiento óseo.
Curiosamente, en serpientes hambrientas, estas células prácticamente no existen o presentan criptas vacías, y al ser alimentadas con alimento deshuesado, no producen dichas partículas. Sin embargo, al añadir calcio a la dieta, las criptas se llenan de partículas grandes, lo que indica que estas células participan activamente en el metabolismo del calcio y el fósforo, aislando y eliminando el exceso de sustancias del organismo. Una importante confirmación de la eficacia de este sistema fue la ausencia de fragmentos óseos en las heces de las serpientes, lo que indica una digestión completa de los esqueletos. Por lo tanto, estas células, aparentemente, sirven como mecanismo que permite a la serpiente controlar el nivel de calcio y fósforo, evitando sobrecargar el organismo y asegurando la absorción completa de los elementos necesarios.
Los investigadores han encontrado células similares en otros reptiles, como las boas constrictoras y las anacondas, así como en algunos lagartos, como el monstruo de Gila.
"Esto sugiere que estas células especializadas podrían haber evolucionado en los ancestros de estas especies antes de su divergencia, o podrían haber surgido varias veces durante la evolución en diferentes grupos de animales osíferos", afirman los científicos. "Es probable que existan mecanismos similares en depredadores marinos que se alimentan de peces óseos o mamíferos acuáticos, así como en aves como el quebrantahuesos, que se alimentan principalmente de huesos".
mk.ru