La coalición gobernante de Japón probablemente pierda las elecciones a la Cámara Alta, según las encuestas de salida

TOKIO -- La coalición gobernante del primer ministro Shigeru Ishiba probablemente perderá la mayoría en la más pequeña de las dos cámaras parlamentarias de Japón en una elección clave el domingo, según las encuestas de salida, lo que empeorará la inestabilidad política del país.

Los votantes estaban decidiendo la mitad de los 248 escaños de la cámara alta, la menos poderosa de las dos cámaras de la Dieta de Japón.

Ishiba ha puesto el listón bajo: quiere una mayoría simple de 125 escaños, lo que significa que su Partido Liberal Democrático, o PDL, y su socio de coalición menor respaldado por los budistas, Komeito, necesitan ganar 50 escaños para agregar a los 75 que ya tienen.

Eso significaría un gran retroceso respecto de los 141 escaños que tenían antes de las elecciones.

Los resultados de las encuestas a pie de urna, publicados segundos después del cierre de las urnas el domingo por la noche, mostraron en su mayoría un importante revés para la coalición de Ishiba. La cadena japonesa de televisión NHK proyectó entre 32 y 51 escaños para la coalición del primer ministro, mientras que otras cadenas proyectaron que obtendría poco más de 40 escaños.

Se estima que el PLD ganará entre 32 y 35 escaños, la menor cantidad obtenida por el partido, que sigue siendo el número uno en el parlamento.

"Es una situación difícil. Lo tomo con humildad y sinceridad", declaró Ishiba en una entrevista en directo con NHK. Añadió que los malos resultados se deben a que las medidas de su gobierno para combatir el aumento de precios aún no han llegado a mucha gente.

Ishiba demostró su determinación de quedarse para enfrentar los desafíos económicos y de seguridad.

“Cumpliré con mi responsabilidad como jefe del partido número 1 y trabajaré por el país”.

Un mal desempeño en las elecciones no provocaría un cambio de gobierno de inmediato, ya que la cámara alta carece de la facultad de presentar una moción de censura contra un líder, pero sin duda aumentaría la incertidumbre sobre su futuro y la estabilidad política de Japón. Ishiba se enfrentaría a peticiones desde el interior del partido PDL para que dimitiera o buscara otro socio de coalición.

El aumento de los precios, la caída de los ingresos y las onerosas cotizaciones a la seguridad social son los principales problemas para los votantes frustrados y con dificultades económicas. Medidas más estrictas dirigidas a los residentes y visitantes extranjeros también se han convertido en un tema clave, con un partido populista de derecha en auge liderando la campaña.

La votación del domingo se produce después de que la coalición de Ishiba perdiera la mayoría en las elecciones a la Cámara Baja de octubre , afectada por antiguos escándalos de corrupción, y su impopular gobierno se haya visto obligado a hacer concesiones a la oposición para conseguir la aprobación de leyes en el parlamento. No ha podido implementar con rapidez medidas efectivas para mitigar el aumento de precios, incluido el arroz, el alimento básico tradicional de Japón, y la caída de los salarios.

El presidente estadounidense , Donald Trump, ha aumentado la presión, quejándose de la falta de progreso en las negociaciones comerciales y de la falta de ventas de automóviles estadounidenses y arroz cultivado en Estados Unidos a Japón, a pesar de la escasez de existencias nacionales del grano. Un arancel del 25%, que entrará en vigor el 1 de agosto, ha supuesto otro revés para Ishiba.

Ishiba se ha resistido a cualquier compromiso antes de las elecciones, pero la perspectiva de un avance después de las elecciones es igualmente incierta porque el gobierno minoritario tendría dificultades para formar un consenso con la oposición.

Los votantes frustrados están recurriendo rápidamente a los partidos populistas emergentes. Sin embargo, los ocho principales grupos de la oposición están demasiado fragmentados como para forjar una plataforma común como frente unido y obtener el apoyo de los votantes como una alternativa viable.

El emergente partido populista Sanseito destaca por su postura más firme contra los extranjeros, con su plataforma "Japón Primero", que propone una nueva agencia para gestionar las políticas relacionadas con los extranjeros. Su plataforma populista también incluye posturas antivacunas y antiglobalización, y promueve los roles de género tradicionales.

Los grupos de oposición, desde conservadores hasta centristas, incluyendo el principal partido de la oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón (CDPJ), el DPP y Sanseito, han ganado terreno significativamente a expensas de los Demócratas Liberales. Se proyectaba que el CDPJ ganara hasta 26 escaños, mientras que el DPP podría cuadruplicarlos, pasando de cuatro a 17, según las encuestas a pie de urna. Se espera que Sanseito aumente de uno a 16.

Ninguno de los partidos de la oposición se mostró dispuesto a cooperar con la coalición gobernante. El líder del CDPJ, Yoshihiko Noda, declaró a NHK que su prioridad es formar una alianza en la oposición.

La difusión de retórica xenófoba en la campaña electoral y en las redes sociales ha provocado protestas de activistas de derechos humanos y ha alarmado a los residentes extranjeros.

El PLD ha dominado casi continuamente la política japonesa de posguerra, contribuyendo a su estabilidad política y conformidad social.

Los votantes están divididos entre la estabilidad y el cambio, y algunos expresan preocupación por la creciente xenofobia.

Yuko Tsuji, una consultora de 43 años, que acudió a un colegio electoral dentro de un gimnasio del centro de Tokio con su marido, dijo que ambos apoyan al PLD por su estabilidad y unidad y votaron "por candidatos que no fomenten la división".

“Si el partido gobernante no gobierna bien, la base conservadora se desviará hacia los extremos. Por eso voté con la esperanza de que el partido gobernante endureciera las reglas”, dijo.

Daiichi Nasu, un trabajador autónomo de 57 años que acudió a votar con su perro, dijo que espera un cambio hacia una sociedad más inclusiva y diversa, con políticas migratorias y de género más abiertas, como permitir que las parejas casadas mantengan apellidos separados.

"Por eso voté por el CDPJ", dijo. "Quiero ver avances en esos frentes".

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Reeno Hashimoto contribuyó a este informe.