La brecha entre Canadá e Israel se amplía debido a las votaciones y sanciones de la ONU

La guerra de Israel contra Irán ha retrasado temporalmente un ajuste de cuentas con algunos de sus principales aliados occidentales, pero parece poco probable que cierre lo que se ha convertido en una enorme brecha entre ellos por su conducta en Gaza y Cisjordania.

"La relación no está en su mejor momento", dijo Jon Allen, exembajador de Canadá en Israel. "Francamente, no debería estarlo".

La brecha entre los gobiernos canadiense e israelí se amplió aún más el 12 de junio cuando el gobierno de Carney adoptó una posición más firme contra la guerra de Israel en Gaza que su predecesor, votando a favor de una moción de la ONU similar a una en la que el gobierno de Trudeau se había abstenido en septiembre.

En ese momento, el gobierno explicó que si bien apoyaba "la creación del Estado palestino" y el papel de la Corte Internacional de Justicia "en la defensa del orden internacional basado en normas", no podía "apoyar una resolución en la que una de las partes, el Estado de Israel, sea considerada la única responsable del conflicto".

El gobierno de Trudeau también expresó su preocupación por el lenguaje que se "alinea" con el movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra Israel.

Las reservas de Canadá parecen haber quedado en el olvido. Si bien ninguna resolución de la ONU instaba directamente al boicot ni a la desinversión en Israel, la anterior sí exigía sanciones específicas contra quienes participan en la "violencia de los colonos", algo que Canadá finalmente hizo la semana pasada .

Después de aceptar inicialmente discutir la votación con CBC News, Asuntos Globales de Canadá rescindió la aprobación de una solicitud de entrevista con el representante permanente de Canadá ante la ONU, Bob Rae.

El departamento no explicó su cambio de postura.

Allen dijo que la reacción de Israel a la amenaza de sanciones de Canadá en mayo agravó la situación.

"La respuesta de Bibi [Netanyahu], me pareció despreciable. Fue vil", declaró a CBC News, mientras el primer ministro israelí relacionaba una declaración conjunta de Canadá, el Reino Unido y Francia con el asesinato de dos diplomáticos israelíes en Washington D. C.

"Estaba utilizando las peores acusaciones para ganar puntos políticos".

La tensión entre Israel y Canadá sigue siendo alta debido a las sanciones impuestas a dos ministros del gabinete israelí. Sin embargo, bajo la administración Trump, no hay razón para que Israel se preocupe por la presión ejercida por Estados Unidos.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó a Canadá, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Noruega a revertir su postura . El embajador estadounidense en Israel invitó a los ministros sancionados, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, a la embajada estadounidense en señal de apoyo.

El embajador Mike Huckabee dijo que las sanciones contra ellos eran "una decisión impactante", argumentando que "no han llevado a cabo ninguna actividad criminal".

Pero ambos tienen una larga historia de retórica racista y violenta y ambos han pasado previamente tiempo bajo custodia del gobierno israelí por sus palabras y acciones.

Los cinco gobiernos occidentales señalaron las reiteradas declaraciones incendiarias de los ministros que alentaban el uso de la hambruna y otros métodos ilegales en Gaza, y sus reiterados llamados a desplazar a su población y reemplazarla por colonos judíos, como justificación de las sanciones.

Estados Unidos también advirtió recientemente a otros gobiernos que no asistan a una cumbre planificada, que será organizada por Francia y Arabia Saudita en la ONU, que tiene como objetivo reavivar la esperanza de una solución de dos Estados, un objetivo sostenido durante mucho tiempo por la mayor parte del mundo, incluido Estados Unidos, fuera de las dos administraciones de Trump.

Rubio envió un cable diplomático amenazando a otros países con consecuencias no especificadas si participaban, según Reuters.

Un funcionario de Asuntos Globales de Canadá dijo a CBC News que Canadá decide su propia política exterior y que no se dejaría influenciar por la nota estadounidense.

Esa cumbre se ha pospuesto debido al estallido de hostilidades entre Israel e Irán. Pero Allen cree que es probable que Canadá finalmente asista, independientemente de la presión de Washington.

'No hay proceso de paz'

El ex diplomático dijo que Canadá probablemente podría esperar una reacción negativa de Estados Unidos si reconociera oficialmente un estado palestino, pero sostiene que probablemente sería menos grave que lo que experimentó en Washington cuando el gobierno de Chrétien optó por no participar en la invasión de Irak de George W. Bush.

Allen fue invitado a testificar sobre el tema en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes el año pasado, donde dijo que vio un apoyo "abrumador" a la idea, incluso por parte de miembros del grupo liberal.

"Pero, obviamente, el gobierno está sopesando su relación clásica con Israel, su relación con Estados Unidos y su relación con la comunidad diásporica aquí en este caso", dijo Allen.

España, Irlanda y Noruega reconocieron el Estado de Palestina durante la actual guerra de Gaza, al igual que otros 144 países. Espera que Canadá haga lo mismo "junto con el Reino Unido, Francia y Australia, por ejemplo".

Dijo que el argumento más fuerte para hacerlo es mostrarle a Israel que no tiene "veto" sobre cuándo los territorios palestinos podrían convertirse en un país.

"Amplían los asentamientos, abogaban por la despoblación de Gaza. Y luego decían: 'Oh, ya saben, tenemos que tener un proceso de paz para reconocer un Estado palestino'", dijo Allen.

"La respuesta obvia es: no hay proceso de paz".