Malí, Burkina Faso y Níger boicotean la Corte Penal Internacional

Tres gobiernos militares le dan la espalda a la Corte Penal Internacional, acusándola de "opresión neocolonial". Ellos mismos enfrentan graves acusaciones.
Los estados de África Occidental de Malí , Burkina Faso y Níger se retiran de la Corte Penal Internacional y ya no desean reconocer su jurisdicción. Los tres estados gobernados por militares acusan a la corte de procesar arbitrariamente crímenes de guerra y de haberse convertido en un "instrumento de opresión neocolonial". Al mismo tiempo, enfatizaron su compromiso de "garantizar la protección de los derechos humanos de acuerdo con sus valores sociales".
También le dio la espalda a la CEDEAOLos tres países habían justificado previamente su retirada de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) con acusaciones similares. Tanto en Malí como en Burkina Faso, activistas de derechos humanos y expertos de la ONU acusan a las milicias militares y progubernamentales de posibles crímenes de guerra en la lucha contra las milicias islamistas, así como a las propias milicias terroristas.

Las autoridades nacionales han abierto investigaciones sobre las acusaciones, pero ninguna de ellas ha concluido públicamente hasta la fecha. La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, lleva desde 2002 enjuiciando crímenes graves como genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Si bien todos los Estados miembros de la UE son miembros, Estados Unidos, Israel y Rusia no son partes de la CPI.
Grandes recursos minerales, gran pobrezaA pesar de sus valiosísimos recursos naturales, como el oro y el uranio, extraídos principalmente por empresas europeas y norteamericanas, Malí, Burkina Faso y Níger se encuentran entre los países menos desarrollados del mundo. Los tres países se ubican en la región del Sahel de África Occidental, en la frontera con el Sahara, por donde discurren importantes rutas de contrabando y migración hacia Europa.
Entre 2020 y 2023, los militares tomaron el poder en las tres antiguas colonias francesas después de que los gobiernos electos, apoyados por los Estados de la UE, no lograran derrotar a los grupos terroristas islamistas en su territorio. Desde entonces, los Estados africanos han dependido principalmente de la cooperación militar con Rusia.
haz/pg (dpa, afp)
dw