El Gobierno presiona al PP para que apoye una quita de deuda que por ahora no tiene mayoría en el Congreso
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Nuevo frente abierto en la mayoría por la eterna tensión entre Junts y ERC, los dos rivales del independentismo. El Gobierno ha pactado con ERC la condonación de 17.000 millones de la deuda de la Generalitat de Cataluña con el FLA, que además hace extensibles a todas las demás autonomías, hasta cubrir 83.000 millones de deuda autonómica, y confiaba en que eso apuntalara aún más la legislatura. Pero Junts, por su rivalidad con ERC, señala que no le gusta la condonación porque es para todas las autonomías, y no solo para Cataluña, y amenaza con rechazar en el Congreso la ley que avalará este perdón de la deuda autonómica, de la que se haría cargo el Estado. Si Junts mantuviera esta posición, algo que habrá que ver en las próximas semanas, el Gobierno necesitaría el apoyo del PP, que de momento insiste en rechazar la norma aunque beneficiaría mucho a autonomías como Andalucía o la Comunidad Valenciana, gobernadas por este partido.
De nuevo se produce un momento similar al del decreto ómnibus, que contenía la subida de las pensiones: el Gobierno intentó presionar al PP ante el escenario de que Junts podría rechazar el texto. Finalmente tanto los independentistas como el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo votaron en contra y la iniciativa cayó, aunque después de una negociación con los independentistas el Gobierno pudo recuperarla y entonces sí, cuando su voto ya no era decisivo y ya no podía provocar una derrota del Ejecutivo, el PP también votó a favor.
El Gobierno ha puesto en marcha este martes la maquinaria para presionar al PP públicamente para ver si la opinión pública de las autonomías gobernadas por este partido entiende que la propuesta del Ejecutivo es positiva y así hace que los populares cambien la idea que traslada en todo momento Feijóo, esto es que todo el PP votará en bloque este miércoles en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que su posición no es decisiva porque el Gobierno tiene mayoría, pero también en el Congreso cuando llegue la ley que amparará la quita, y ahí sí pueden ser muy relevantes los 137 escaños del PP.
Tanto la portavoz, Pilar Alegría, candidata además del PSOE en Aragón, como el ministro de Transformación Digital, Óscar López, candidato de los socialistas en Madrid, han tratado de presionar al PP con la idea de que no tiene sentido rechazar algo que supone quitar deuda y, por tanto, ahorrar los intereses y poder dedicarlos a servicios públicos, en un momento en el que las autonomías reclaman mejor financiación y sostienen que tienen dificultades. “El PP tiene que aclarar si está por condonar o por condenar, si quiere condonar o quiere condenar a todos los ciudadanos de sus autonomías al no aceptar una iniciativa que puede mejorar su situación económica”, aseguró Alegría. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, ha dicho que este sistema perjudicaría a Madrid, porque recibiría 8.000 millones de condonación mientras Cataluña tendría 17.000 o Andalucía 18.000, porque están más endeudadas. “A mí me encantaría que me perjudicaran quitándome la hipoteca”, ha ironizado López. “Si perjudicar a Madrid es condonar 8.000 millones de deuda, por favor que me perjudiquen todos los días. Madrid ha recibido 109.000 millones del Estado desde 2018, 30.000 más que con Rajoy. Y ahora se le ofrecen 8.000 millones más”, ha rematado López. Alegría además ha recuperado unas palabras de la consejera de Hacienda de Andalucía, Carolina España, que en noviembre de 2023 dijo que a su comunidad deberían condonarle 17.000 millones, y estaba de acuerdo, pero este lunes, cuando vio que la oferta es incluso superior, de 18.000 millones, dijo “rechazamos la oferta trampa de montero porque es un traje a medida para Cataluña”. Alegría cree que el PP está optando por una posición política para defender los intereses de la estrategia de oposición de Feijóo, pero confía en que poco a poco la presión social haga cambiar a los barones del PP. El problema para el Gobierno es que efectivamente los presidentes autonómicos tendrían muchas dificultades para no solicitar el dinero cuando todo esté aprobado, pero políticamente para el PP no es tan complicado votar ahora en contra en el Congreso con la excusa de que esta es una medida negociada con Cataluña. El Gobierno desplegará toda la presión posible con el PP, pero sobre todo intentará trabajar con Junts para que no rechace una ley que beneficia claramente a Cataluña aunque haya sido negociada con ERC y no con el grupo de Puigdemont.
Junts se mostró muy crítico con el acuerdo con ERC, que anunció el presidente del grupo republicano, Oriol Junqueras. “El café para todos no es la opción de Junts”, ha manifestado este martes Mònica Sales, portavoz de JxCat en el Parlament. Sales ha reivindicado que la formación que preside Carles Puigdemont ya hizo su propia propuesta sobre la deuda catalana con el FLA: “La condonación total”, ha dicho, y la ha cifrado en un impacto de 73.000 millones de euros. Sales ha evitado adelantar qué sentido dará Junts a su voto en el Congreso de los Diputados cuando llegue la hora de validar la norma con la quita parcial a la que se ha comprometido el Gobierno, pero ha avanzado que el partido recibe con muchos recelos el asunto: “La experiencia nos demuestra que puede ser un nuevo timo, que nos quieran dar gato por liebre”.
Tampoco esta es una cuestión pacífica dentro de Sumar, el socio minoritario del Gobierno. En un difícil intento por conciliar las posturas dentro del grupo parlamentario —con partidos de ámbito autonómico que defienden posiciones distintas—, la portavoz Verónica Barbero ha valorado el acuerdo para la quita de deuda de las comunidades pactado entre el Gobierno y ERC como “positivo pero insuficiente”.
“Hay dos cuestiones que nos preocupan”, ha avanzado. “No puede ser es que las comunidades utilicen una quita de deuda para seguir poniendo dinero en manos de los ricos, tiene que ir destinado a favorecer el Estado del bienestar. Y después, es una medida buena pero insuficiente [en cuanto a la cuantía]. Hay determinadas comunidades que tiene una deuda tan abultada que esta quita no les va a permitir acudir a los mercados”, ha afirmado sobre casos como el de la Comunidad Valenciana, donde la condonación supone tan solo el 18,8% de los más de 59.000 millones totales.
La portavoz de Compromís, Àgueda Micó, ya anunció este lunes que ellos no apoyarían ese pacto y el diputado de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, también se mostró crítico porque su formación reclama una cuantía mucho mayor. Los Comunes, sin embargo, dan su respaldo. Barbero ha abogado por la reforma del sistema de financiación autonómica, para que este deje de ser “especialmente pernicioso” con autonomías como la Valenciana o la Región de Murcia. Por su parte, el diputado de Chunta Aragonesista (CHA) en el Congreso, Jorge Pueyo, considera que la propuesta de Hacienda para que el Estado condone hasta 2.124 millones de euros de la deuda autonómica de Aragón es insuficiente pero un “punto de partida”. Pueyo ha exigido al presidente de su comunidad, el popular Jorge Azcón, que vaya “más allá” y no actúe como una “marioneta” de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “El voto de Aragón en el Consejo de Política Fiscal y Financiera no lo puede seguir decidiendo Ayuso, Azcón debe negociar, defender los intereses de Aragón e ir mucho más allá”, ha sentenciado, sumándose en este caso a la estrategia de presión al Partido Popular.
EL PAÍS