El Gobierno nacional evalúa extender la baja de retenciones al maíz y suma tensiones con productores de soja

A sólo seis días hábiles del vencimiento del beneficio fiscal, el Gobierno aún no definió si mantendrá la rebaja en las retenciones al maíz. La medida, que permitió declarar exportaciones de soja y maíz con alícuotas reducidas, rige hasta el 30 de junio. Mientras tanto, crecen las expectativas en el sector agropecuario ante una posible prórroga para el cereal, en contraste con la confirmación oficial del regreso de la soja a una retención del 33%.
Según fuentes del ruralismo, el ministro de Economía, Luis Caputo, evalúa junto a su equipo mantener el tributo al maíz en el 9,5% actual —y no volver al 12% original—, a pedido directo de las entidades agropecuarias. Aunque no hay precisiones oficiales, la decisión estaría próxima a anunciarse. La presión por una definición clara se intensificó con el pedido expreso del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, quien habría advertido al ministro: «Descomprimí ya».
El posible mantenimiento de la rebaja se relaciona con la necesidad de brindar alivio a los productores del norte del país, que recién iniciaron la cosecha de maíz. Desde la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) publicaron una solicitada reclamando la eliminación total de las retenciones, advirtiendo sobre el quebranto generalizado en el sector y la desaparición de empresas agropecuarias.
El caso de la soja es diferente: desde el 1° de julio, la retención volverá al 33%. Así lo confirmó Economía, que argumenta la necesidad de fortalecer la recaudación en el marco del programa de déficit cero. Según proyecciones oficiales, con una cosecha estimada en 35 millones de toneladas, el impacto fiscal del regreso a la alícuota original podría aportar cerca de 700 millones de dólares adicionales al Tesoro.
Con el plazo del 30 de junio como fecha límite, este mes podría convertirse en récord en cuanto a liquidaciones de divisas por parte del complejo agroexportador desde que Javier Milei asumió la presidencia. Según operadores del sector, gran parte de la soja vendida hasta ahora aún no tiene precio fijado, por lo que se espera un flujo importante de operaciones en estos últimos días del mes.
Una vez vencido el plazo, las ventas podrían desacelerarse hasta agosto o septiembre, cuando comience la nueva campaña agrícola y se retomen las compras de insumos y pagos de alquileres. En este escenario, los productores prevén guardar sus granos como reserva de valor, en un contexto de inflación aún presente y tipo de cambio retrasado.
En paralelo, el Ministerio de Economía también analiza eliminar las retenciones del 6,75% que pesan sobre los cortes de carne vacuna de la categoría novillo. Esta medida, que beneficiaría a la industria exportadora frente a la competencia de Brasil y Paraguay, podría ser el anuncio estrella del presidente Milei en la inauguración de la Exposición Rural de Palermo, prevista para el 26 de julio.
El impacto fiscal de esa eliminación se estima entre 100 y 120 millones de dólares anuales, pero desde el Gobierno consideran que el costo es marginal frente al beneficio político. Sin embargo, temen que un alivio en ese tributo impulse los precios internos, lo que encendería otra tensión con el consumo.
En la Casa Rosada, la prioridad sigue siendo cumplir con el equilibrio fiscal y acumular reservas. Aunque la recaudación por retenciones resulta significativa en algunos rubros, en otros su peso es más simbólico que efectivo. Por eso, cada definición se mide con precisión, con el telón de fondo de las elecciones legislativas de octubre.
En este contexto, Caputo reiteró que la baja para la soja siempre fue transitoria. Aunque parte del campo se mostró decepcionado, en el oficialismo sostienen que el mensaje de Milei en Palermo será recibido con aplausos si llega acompañado de anuncios concretos para el agro. Pino se prepara para llevarle la invitación oficial en los próximos días y, según trascendió, aprovechará la oportunidad para remarcar —una vez más— que el campo quiere ser parte de la recuperación, pero necesita reglas claras.
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