En Brasil, se registró la mayor caída de emisiones de gases de efecto invernadero en quince años, gracias en particular a la lucha contra la deforestación.

Brasil registró en 2024 su mayor reducción interanual de emisiones de gases de efecto invernadero desde 2009, debido en particular a una disminución de la deforestación, según datos publicados el lunes 3 de noviembre, pocos días antes del inicio de la COP30 .
Las emisiones brutas en el país más grande de América Latina se redujeron un 16,7% el año pasado en comparación con 2023, según cálculos de la red brasileña de ONG Observatorio del Clima.
Estas cifras son buenas noticias para el gobierno del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que acoge la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima, COP30, a partir del 10 de noviembre en la ciudad amazónica de Belém.
“Los nuevos datos muestran el impacto de que el gobierno haya reanudado el monitoreo de la deforestación”, que estaba “deliberadamente fuera de control” durante el mandato del predecesor de Lula, Jair Bolsonaro (2019-2022), dijo la red en un comunicado.
Durante el mandato del expresidente de extrema derecha, la deforestación aumentó drásticamente, especialmente en la Amazonía, donde la exuberante vegetación desempeña un papel vital en la absorción de gases de efecto invernadero.
Aún quedan desafíosLa deforestación en la selva tropical más grande del mundo ha disminuido de manera constante desde que Lula regresó al poder para un tercer mandato en 2023, después de un primer período como presidente entre 2003 y 2010. Se redujo un 11% en un año durante el período de referencia comprendido entre agosto de 2024 y julio de 2025, según cifras oficiales publicadas la semana pasada.
A pesar de los datos alentadores de 2024, "los datos de la economía brasileña en 2025 (...) no permiten proyecciones optimistas" con respecto al cumplimiento de los compromisos asumidos por Brasil para reducir sus emisiones este año, advirtió el Observatorio del Clima.
También critica a Lula por apoyar un vasto proyecto de exploración petrolera frente a la costa del Amazonas, dado que los combustibles fósiles son la principal fuente mundial de emisiones de gases de efecto invernadero. La perforación, a cargo de la empresa estatal Petrobras, comenzó en octubre, tras recibir la aprobación del organismo público ambiental Ibama. En respuesta a sus críticos, Lula argumenta que los ingresos petroleros pueden utilizarse para financiar la transición energética.
Le Monde con AFP




