La caída de François Bayrou, la historia de un final que se consideró carente de estilo

François Bayrou no logró mantener la sesión tanto tiempo como su modelo a seguir, Pierre Mendès France. El ex primer ministro de René Coty luchó durante horas en el Palacio de Borbón antes de ser derrocado, al final de la noche del 5 al 6 de febrero de 1955, por una moción de confianza perdida en la Asamblea Nacional. El lunes 8 de septiembre, apenas eran las 19:00 h cuando François Bayrou fue sancionado: por una amplia mayoría (194 a favor, 364 en contra) , los diputados no le habían otorgado su confianza y el primer ministro tuvo que presentar la dimisión de su gobierno.

La apuesta era arriesgada, la lucha perdida desde el principio. Y el bearnés, el primero, parecía resignado a su destino. Incluso antes de la votación, François Bayrou tuvo la oportunidad de volver a intervenir en la Cámara para responder, si lo deseaba y sin límite de tiempo, a los once presidentes de grupo que habían subido al podio para apoyar o vilipendiar las acciones del gobierno. Pero el futuro ex primer ministro, claramente, ya no tenía suficiente espíritu de lucha y se conformó con una breve conclusión, apareciendo, por primera vez, sonriente y como liberado de un peso. «Estos nueve meses han sido meses de profunda felicidad. Hemos mostrado una imagen republicana, honorable y activa», se felicitó al dirigirse a sus ministros en una despedida anticipada.

Aunque el resultado de la jornada era incierto para todos, la expectación aún era palpable en el Palacio Borbón el lunes. El día prometía ser histórico: por primera vez en la Quinta República, un gobierno caería tras un voto de confianza. Los pasillos del Palacio estaban repletos de periodistas, tanto franceses como extranjeros, y la Cámara estaba abarrotada, tanto en los escaños como en las tribunas. Los asientos asignados a los invitados se agotaron en cuanto estuvieron disponibles a principios de septiembre. Entre ellos, destacaba Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa (LFI), quien llegó para liderar a sus tropas hacia la Asamblea Nacional y asistir al discurso de François Bayrou, a pocos asientos de Marine Tondelier, secretaria nacional de los Ecologistas.

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