En Burdeos, las obras de prolongación del tranvía debilitaron un puente: el Consejo de Estado cierra el litigio

Eiffage acusa a Bordeaux Métropole de no haber pagado el coste adicional atribuido a las complicaciones en la obra del puente que, desde 2014, cruza la circunvalación para llevar el tranvía al estadio Atlantique.
En 2014, la línea C del tranvía cruzó la circunvalación de Burdeos, en el intercambiador 4B, sobre una nueva estructura de ingeniería adosada al puente que soporta la avenida Marcel-Dassault, bordeando el lago y el Palacio de Congresos para finalizar en el Estadio Atlántico, aún en construcción. Sin embargo, la creación de este nuevo cruce de la circunvalación no estuvo exenta de complicaciones. Y para la empresa Eiffage, encargada del proyecto, el coste adicional derivado de las complicaciones no fue neutral. Hasta el punto de que la comunidad cliente, la Comunidad Urbana de Burdeos (CUB), ahora Bordeaux Métropole, asume la totalidad de la factura.
Así lo creía Eiffage y, a falta de un acuerdo negociado, recurrió a la justicia contencioso-administrativa en 2021, donde reclamó casi 4,7 millones de euros a Bordeaux Métropole para liquidar las cuentas. Este coste adicional se explica por «la paralización de las obras tras la aparición de defectos en una estructura anexa existente, la prolongación de la duración total y la necesidad de reorganizar las fases de la obra tras la aparición de estos defectos».
Técnica de perforaciónTodo comenzó con la elección de la técnica de perforación. Inicialmente, para la construcción del nuevo puente, Eiffage había optado por una técnica que no generaba vibraciones. Sin embargo, tras la intervención de la Dirección Regional de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda (Dreal), preocupada por el vertido de lodos contaminados con bentonita a las aguas del lago, se optó por otro método de perforación: la perforación vibratoria. Esta técnica, sin embargo, genera vibraciones.
La obra está interrumpida durante noventa y un días, del 17 de enero al 31 de mayo de 2013.
Como resultado, se detectaron rápidamente problemas en las rampas de acceso al cruce vial existente, el Puente del Hotel. Un puente construido sobre suelo de mala calidad, cuya fragilidad, causada por el asentamiento de los terraplenes ya en construcción, se vio "revelada o acelerada" por las vibraciones de la perforación. A partir de entonces, la obra se vio interrumpida durante noventa y un días, del 17 de enero al 31 de mayo de 2013, para adaptarse a esta circunstancia imprevista.
Responsabilidad compartidaLa cuestión de la responsabilidad persiste. En primera instancia, la constructora ganó el caso por poco más de un millón de euros de los 4,7 millones que había solicitado. Sin embargo, en febrero de 2024, esta sentencia fue revocada en apelación: la cantidad que Bordeaux Métropole debía pagar se redujo a 165.000 euros. Por lo tanto, el tribunal administrativo de apelación no eludió la responsabilidad de Bordeaux Métropole, que «cometió una falta al no intervenir en la elección del nuevo método de instalación de pilotes, incumpliendo así su obligación de dirigir y controlar el contrato». Sin embargo, diluyó esta responsabilidad, imponiéndola parcialmente a Eiffage, y redujo el saldo financiero que debía pagar Bordeaux Métropole a lo que consideró el coste adicional real del proyecto.
Este revés para el avión lleva lógicamente a la empresa Eiffage a recurrir ante el Tribunal de Casación para que se anule la decisión del tribunal administrativo de apelación, lo que da lugar a una adhesión a la apelación por parte de Bordeaux Métropole. El 22 de julio, el Consejo de Estado tuvo que pronunciarse: desestimó el recurso de Eiffage y confirmó definitivamente la decisión del tribunal administrativo de apelación. La indemnización de Bordeaux Métropole se reduce a su nivel mínimo.
SudOuest