Libia: Para los Haftar, la familia es lo primero
El estancamiento político persiste en una Libia dividida, agotada por más de una década de guerra civil. En el este, el mariscal Haftar y sus hijos, que dominan la región, se esfuerzan por convertirse en actores clave, especialmente en las relaciones internacionales.
Saddam, uno de los hijos del mariscal de campo Khalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, concluyó recientemente una gira diplomática, en particular en Pakistán, que "refleja la voluntad de su padre de abrirse a las capitales regionales e internacionales y de dibujar un nuevo mapa de sus alianzas militares", señala el sitio de información panárabe Al-Araby Al-Jadid .
Libia es hoy un país más dividido que nunca, con dos gobiernos rivales que ejercen autoridad sobre el oeste y el este del territorio. En el oeste, el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), reconocido por la ONU, tiene su base en Trípoli, mientras que en el este, las fuerzas del Ejército Nacional Libio (LNA) del mariscal de campo Haftar controlan Cirenaica, en los alrededores de Bengasi.
En abril, Saddam, ascendido a jefe del estado mayor de las fuerzas terrestres, viajó a Ankara, la capital turca, para discutir con el ministro de Defensa, Yasar Güler, “medios de cooperación militar” con su país.
En abril pasado, también a petición de su padre, Saddam visitó Washington para reunirse con funcionarios del Departamento de Estado y hablar sobre la estabilidad en Libia. El alzado viajó posteriormente a Roma y El Cairo en junio, ambos lugares para tratar la cooperación militar.
Al-Araby Al-Jadid informa que tras la debacle de 2020, cuando el asalto de sus fuerzas a Trípoli se convirtió en un fiasco, Haftar comenzó a aislar a varios de sus lugartenientes más cercanos y a promover a sus hijos.
Así, en 2024, Saddam fue nombrado jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Terrestres, con el rango de general. Su segundo hijo, Khaled, fue ascendido a general y jefe del Estado Mayor de las unidades de seguridad, mientras que Belkacem asumió la dirección de la Oficina de Desarrollo y Reconstrucción.
Saddam “sigue siendo el más destacado de sus hermanos, y la representación de su padre en el extranjero confirma su lugar excepcional” en la familia, Según el politólogo Hassan Abdel Mawla, Haftar quiere demostrar que no quiere ser prisionero de su alianza tradicional con Rusia y parece haber confiado esta misión a su hijo Saddam, «capaz de llevar adelante el proyecto y encarnar su legado».
"Las tareas están repartidas con mucha precisión: Sadam forja alianzas en el exterior, Jaled asegura el régimen en el interior y Belkacem gestiona los recursos financieros", resume el politólogo Issa Homouma.
Courrier International
