Manuel Valls deja Nueva Caledonia con un futuro incierto

Una nueva reunión que duró más de tres horas con el Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista (FLNKS) no cambió nada: el principal movimiento independentista caledonio reafirmó su rechazo categórico al acuerdo firmado el 12 de julio en Yvelines.
El martes por la mañana, el FLNKS "reiteró su rechazo categórico al proyecto de acuerdo", según un comunicado publicado después de la reunión, mientras que el ministro reiteró que su "puerta está abierta".
Para posibilitar esta segunda reunión, el ministro prorrogó dos veces un viaje que inicialmente estaba previsto que finalizara el sábado. Antes de partir del territorio francés del Pacífico el martes, anunció que se celebrarían nuevas conversaciones en los próximos días en París, asegurando que existe un espacio para el diálogo y que hay que aprovecharlo.
«La sociedad neocaledonia espera un acuerdo, pero no se limita solo al FLNKS. Por eso, también los invito a reconectarse con otros grupos políticos», insistió Manuel Valls.
El Frente, cuyos delegados habían acordado defender el texto de Bougival antes de ser desautorizado por los militantes, desea dialogar únicamente con el Estado, en una "reunión bilateral" y sobre el "acceso a la plena soberanía antes de las elecciones presidenciales de 2027", según la moción adoptada por su congreso extraordinario el 9 de agosto.
Una solicitud que el Ministro considera imposible de aceptar, mientras que todos los demás partidos del territorio, incluidos dos componentes independentistas -la Unión Progresista en Melanesia (UPM) y Palika- han confirmado su apoyo al compromiso de Bougival.
Este texto prevé la creación del Estado de Nueva Caledonia, con nacionalidad propia, pero consagrado en la Constitución francesa. También implica el aplazamiento de las elecciones provinciales hasta mediados de 2026, una fecha crucial para el equilibrio político local.
Pero los activistas del FLNKS creen que es "incompatible con los fundamentos de la lucha por la independencia", incluido el ejercicio del derecho a la autodeterminación. "Afirmar que sin Bougival el país se hundiría en la nada es una mentira", insistió el movimiento la semana pasada.
¿Un acuerdo sin el FLNKS?A pesar de este impasse, Manuel Valls se mantiene optimista. «Me voy con la sensación de que el acuerdo de Bougival se ha fortalecido y de que hemos logrado avances significativos», declaró el martes, al término de su cuarta visita en ocho meses.
El lunes, el comité de redacción encargado de redactar la futura ley constitucional concluyó su labor tras tres sesiones. El Senado Consuetudinario, invitado a participar, se retiró de la segunda reunión por considerar que sus propuestas no habían sido escuchadas.
Pero entre los firmantes que aún se comprometen con el acuerdo, la ausencia del FLNKS plantea interrogantes. "¿Podemos concluir un acuerdo de descolonización sin el FLNKS? No lo creo", advirtió Milakulo Tukumuli, presidente del Despertar de Oceanía, un partido clave que no es ni independentista ni antiindependentista, instando al movimiento a volver a la mesa de negociaciones.
La tensión es tanto política como de seguridad. En mayo de 2024, la reforma electoral propuesta por el gobierno, a pesar de la oposición de los separatistas, desencadenó disturbios que dejaron 14 muertos y más de dos mil millones de euros en daños.
"Esta vez el Estado no se dejará sorprender", aseguró Manuel Valls.
Ahora, un nuevo obstáculo se suma al ya apretado calendario: el proyecto de ley constitucional que implementa el acuerdo debe ser presentado al Consejo de Ministros el 17 de septiembre, antes de una reunión del Congreso en Versalles para su adopción en diciembre.
Esto sólo será posible si el gobierno no es derrocado el 8 de septiembre, durante el voto de confianza solicitado en la Asamblea Nacional por el primer ministro François Bayrou.
Var-Matin