Condenado a cinco años de prisión en suspenso un joven que mató a su padre en Tavira

Según el juez que presidió el panel, se aplicó una atenuación especial de la pena por la edad del imputado, al momento del delito tenía 20 años, por haber mostrado arrepentimiento, no tener antecedentes penales y por su buena conducta, antes y después del delito .
"El tribunal entendió que se trató de un hecho único, que jamás se repetirá", afirmó, añadiendo que se decidió dar una "nueva oportunidad" a Maurício Cavaco, con la condición de que continúe con el tratamiento psicológico y psiquiátrico, el apoyo de los servicios de reinserción social y siga trabajando.
La pena penal por el delito de homicidio simple es de ocho a 16 años, pero la atenuación especial de la pena prevista en la ley permite aplicar la pena penal de entre un año y siete meses y de 10 años y ocho meses, añadió.
Sin embargo, el juez presidente del panel destacó que, si bien la situación que vivió el joven fue mala y los hechos fueron probados, quedó demostrado que el joven mató a su padre, delito “por el cual tendrá que responder”.
Cuando se conoció la sentencia de Maurício Cavaco y la abolición de las medidas coercitivas, en este caso la prisión domiciliaria, permitiendo la libertad del acusado, hubo una ola de emoción en la audiencia del Tribunal de Faro, que estaba repleta de amigos y familiares del joven.
La abogada defensora del joven, Elisabete Romão, dijo a los periodistas al margen de la sesión que fue una decisión "buena y meditada", subrayando que no puede ser trasladada a personas que, por ser víctimas de un delito, pueden tomar la justicia por su mano.
“La gente tiene que denunciar los delitos de violencia doméstica y evitar que los Mauricio sigan existiendo, porque no solo las mujeres son víctimas, también lo son los hombres y sus hijos”, señaló.
El crimen ocurrió en diciembre de 2023 en el domicilio familiar, en la aldea de Várzea do Vinagre, en la parroquia de Santa Catarina da Fonte do Bispo, cuando el joven, entonces de 20 años, supuestamente intervino en defensa de su madre, matando a su padre, de 63 años.
El joven, que fue juzgado por jurado, admitió el crimen en la primera sesión del juicio , en enero, asegurando haber sido él quien llamó al número de emergencia nacional, aunque dijo no recordar el momento en que dio el primer golpe y el resto.
En ese momento, Maurício Cavaco dijo que nunca había pensado en matar a su padre, describiéndolo como una persona violenta que, durante al menos los últimos 10 años, lo había sometido a él y a su madre a constantes insultos, humillaciones y amenazas.
El joven se encontraba bajo arresto domiciliario en casa de su tía desde hacía casi un año y medio, tras haber pasado tres meses en prisión a la espera de los trámites para la colocación de un brazalete electrónico.
Los juicios con jurado sólo son posibles en los casos en que la pena máxima por los delitos en cuestión sea superior a ocho años de prisión y están previstos para los denominados “delitos de sangre”.
Barlavento