El BCE volvió a Sintra en tono autoelogioso y sin desvelar las variaciones de los tipos de interés

Además de los reiterados mensajes de cautela ante la aún elevada incertidumbre, el Foro del Banco Central Europeo (BCE) de este año estuvo marcado por la presentación de la revisión de la estrategia de la autoridad monetaria, que tampoco aportó novedades importantes. El presidente de la Fed volvió a ignorar los insultos de Trump, recibiendo el apoyo de sus colegas, y también hubo margen para un acercamiento entre el actual, el anterior y uno de los posibles futuros gobernadores del Banco de Portugal (BdP).

La 12.ª edición del evento anual del BCE, celebrado una vez más en Sintra, contó con diversas presentaciones de estudios, premios y los habituales paneles de debate, destacando el debate que reunió a los gobernadores de cinco de los mayores bancos centrales del hemisferio norte: el BCE, la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco de Japón (BoJ) y el Banco de Corea. Sin embargo, el lema se mantuvo inalterado respecto a ocasiones anteriores: prudencia.

Pocas horas después de anunciarse que la inflación en la eurozona había caído al 2% en junio, coincidiendo con el objetivo del BCE, Christine Lagarde rechazó la idea de «misión cumplida, sino más bien objetivo alcanzado». Advirtiendo que las perspectivas siguen mostrando «mucha incertidumbre y un creciente riesgo de fragmentación», la dependencia de los datos continuará, por lo que no había margen para ninguna señal sobre la futura dirección de los tipos de interés, haciéndose eco de un mensaje repetido innumerables veces en sus ruedas de prensa.

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