Cellnex culmina su transformación estratégica

El líder europeo de torres de 'telecos' modifica su perfil desde una compañía de crecimiento para convertirse en una firma de dividendo.
En 2023, el brusco cambio que afectó a la macroeconomía -con la inflación pospandemia agravada por la invasión de Ucrania-, disparó la inflación y los tipos de interés y obligó a Cellnex a cambiar su estrategia: del rally de compras a la consolidación y de ser una compañía de crecimiento que pedía dinero al mercado (15.000 millones de euros levantó de los inversores en menos de un lustro en el que invirtió casi 35.000 millones) a convertirse en una compañía "normal", en la que el crecimiento orgánico y el dividendo juegan un papel clave. Ante esa situación, Tobías Martínez, el CEO que había creado Cellnex desde la nada, consideró que la nueva etapa merecía contar con un equipo gestor nuevo y dejó su puesto al frente del líder europeo de torres de telecos. Esa transformación de growth a yield contó con un nuevo CEO, el italiano Marco Patuano, que había sido presidente de Cellnex en nombre de los Benetton y que aterrizó al frente de la torrera en junio de 2023. Desde entonces la firma se ha sometido a una importante transformación que está a punto de culminar, pasando de una compañía de crecimiento a una de rentabilidad por dividendo.
DesinversionesPara ello, ha vendido o tiene en venta las filiales en países europeos en los que por su tamaño o por su posición competitiva el grupo no veía capacidad de crecimiento. En septiembre de 2023, cerró la venta del 49% en su negocio en Suecia y Dinamarca al fondo Stonepeak por 730 millones de euros. Y en noviembre de ese año vendió también el negocio de redes privadas de 5G para usos industriales -demasiado pequeño para generar la suficiente escala- a la estadounidense Boldyn por 30 millones. En marzo de 2024, se desprendió de la filial de Irlanda a PTI por 971 millones, y en agosto del año pasado, Cellnex se deshizo de su negocio en Austria vendiendo a un consorcio formado por Vauban, EDF Invest y MEAG por 803 millones. Además, ultima la venta de Suiza, una firma valorada en una horquilla entre 1.500 y 2.000 millones de euros y en la que Cellnex controla un 72%, lo que implica entre 1.080 y 1.440 millones para la española. El fondo sueco EQT es el principal candidato para la compra.
Esta será la última desinversión importante, puesto que ya sólo contempla la venta de sus centros de datos en Francia, un negocio de muy poca dimensión. También pretende crecer en el negocio más allá de las torres, de forma que pase del 11% al 15% en 2027.
Además, para mejorar sus márgenes, la torrera está actuando en el coste de los emplazamientos y para ello ha creado una filial de compra de los terrenos en los que están instaladas sus torres, para evitar la inflación artificial. La nueva firma -Celland- invertirá más de 200 millones anuales a futuro, para elevar el exiguo 14% actual de propiedad de los terrenos donde ubica sus torres a niveles más parecidos al 70% que tienen las torreras estadounidenses. Y ha aprobado un ERE para 209 personas, en su negocio maduro de mantenimiento de redes de telecos en España. El ERE ha alcanzado al 21% de la plantilla de Tradia y Retevisión, las dos empresas afectadas.
Menos deudaCon los recursos logrados con las desinversiones y su generación de caja, Cellnex logró en marzo de 2024 el grado de inversión de S&P -uno de sus objetivos estratégicos- y acometió un plan de reducción de deuda. De estar en casi 8 veces ebitda en 2021, pasó a tener una ratio de 6,4 veces en 2024 y a entre 5 y 6 veces en 2025. Y puede seguir desendeudándose a un ritmo de alrededor de 0,5 veces ebitda cada año.
Mucho más dividendoAdemás, la compañía se comprometió a largo plazo para clarificar el destino de los 10.000 millones de caja que generará hasta 2030. Una parte, ya está definida, porque irá a pagar un dividendo mucho mayor que el simbólico de unos 50 millones/año que pagaba en el pasado.
En el Capital Market Day de marzo de 2024 prometió a los inversores pagar al menos 500 millones al año de dividendo entre 2026 y 2030, o sea, 3.000 millones en total. Pero tras destinar 800 millones en los primeros meses de 2025 a un plan de recompra de acciones para ser amortizadas -el 3,41% del capital-, ha elevado a esos 800 millones el suelo del dividendo anual de los próximos cinco años, lo que suma unos 4.000 millones. Falta por aclarar cuál va a ser el destino de los otros 6.000 millones,
Con todo, Cellnex sigue manteniendo un nivel de inversiones elevado -6.000 millones durante los últimos 3 años en los países en los que está presente- debido a los compromisos con las telecos que son sus clientes para construir nuevas torres (build to suit) y acompañar sus despliegues de 5G, lo que ha reducido su velocidad de desapalancamiento pero, por otra parte, sigue impulsando su crecimiento de ingresos orgánicos. Así, en el primer semestre del año, logró crecer un 6% en ingresos orgánicos -aunque sólo creció un 1,1% en términos reportados por las ventas de Irlanda y Austria-, mientras que los ingresos orgánicos del negocio de torres se elevaron un 5,2%.
También está pendiente una consolidación en España, donde hay cuatro grandes torreras -American Tower, Cellnex, Vantage y Totem- cuando la fusión de Masorange va a provocar que a medio plazo sólo haya dos redes -o dos y media- de 5G en el país.
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