Se metió en una zanja. Estaba borracho.

El miércoles 10 de septiembre prometía ser un día tranquilo. Un día sin nada destacable que un agente de la Jefatura de Policía del Condado de Krotoszyn había planeado pasar fuera de sus funciones. Esta vez, no llevaba uniforme, ni conducía una patrulla, ni estaba de servicio. Sin embargo, su sentido del deber se hizo notar.
Le llamó la atención el comportamiento del conductor que iba delante. El Seat realizaba maniobras descoordinadas, desviándose de un lado a otro, a veces derrapando sobre la línea continua y otras frenando repentinamente sin motivo aparente. Su estilo de conducción no dejaba lugar a dudas: el conductor podría haber estado bajo los efectos del alcohol. En un momento dado, el Seat dio un brusco viraje y se salió de la carretera, precipitándose violentamente hacia una cuneta.
El agente que iba detrás de él se dirigió hacia el coche accidentado. Se acercó al conductor e inmediatamente detectó un fuerte olor a alcohol. Retiró las llaves del contacto del Seat y llamó al 911, informando de un arresto ciudadano. Una patrulla del Departamento de Tráfico de la Jefatura de Policía del Condado de Trzebnica llegó al lugar poco después. Los agentes realizaron una prueba de alcoholemia, que confirmó las sospechas del denunciante: el conductor de 32 años tenía una concentración de alcohol en sangre de .
Un conductor ebrio de nuestro distrito comparecerá ante los tribunales por sus actos. Se enfrenta a graves consecuencias: no solo la pérdida de su permiso de conducir, sino también una multa e incluso la cárcel. Foto: Jefatura de Policía de Trzebnica.
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