Xi Jinping acapara atención en cumbre de APEC tras tregua comercial con Estados Unidos

En la reciente cumbre de la APEC celebrada en Corea del Sur, el presidente de China, Xi Jinping, se convirtió en el centro de atención al presentarse como el garante del comercio libre y abierto, tras alcanzar una frágil tregua comercial con Estados Unidos. El encuentro, que reunió a líderes de las 21 economías que integran el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, tuvo lugar en la histórica ciudad de Gyeongju y fue un escenario clave para analizar el rumbo del comercio mundial.
El acuerdo entre Xi Jinping y Donald Trump, alcanzado justo antes de que el presidente estadounidense abandonara Corea del Sur y se perdiera la cumbre de dos días, busca reducir las crecientes tensiones comerciales que sacudieron a los mercados globales. Aunque se trata de un paso limitado, permitió enfriar los conflictos arancelarios que han afectado a las principales economías del mundo y a países asiáticos dependientes del comercio con China y Estados Unidos.
Durante su intervención ante los líderes reunidos en APEC, Xi Jinping destacó la necesidad de proteger las reglas del comercio mundial y fomentar la cooperación económica entre los países miembros. “Los cambios nunca vistos en un siglo se están acelerando en todo el mundo. Cuanto más agitados estén los mares, más debemos unirnos”, señaló el mandatario chino, enfatizando la importancia de la colaboración regional para enfrentar desafíos económicos y geopolíticos.
A pesar de su retórica conciliadora, muchos países asiáticos mantienen cierto escepticismo sobre las intenciones de China, debido a su papel dominante en el sector manufacturero, el uso de controles a la exportación y su postura defensiva en la región. La comunidad internacional sigue observando con atención cómo Pekín equilibrará su liderazgo económico con la transparencia y las reglas multilaterales del comercio.
Aunque Donald Trump no asistió a la cumbre, Estados Unidos estuvo representado por Scott Bessent, secretario del Tesoro, quien reiteró que Washington busca “reequilibrar sus relaciones comerciales para construir una base más sólida para el crecimiento mundial”. El enfoque estadounidense intenta aliviar las tensiones generadas por los aranceles impuestos en meses anteriores y busca un terreno común con socios afectados por estas políticas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó sus perspectivas de crecimiento global tras los anuncios arancelarios de abril, pero las condiciones más benignas de lo esperado han permitido que revisen al alza las proyecciones, reflejando la capacidad de adaptación de los mercados ante la volatilidad de la guerra comercial.
Uno de los momentos más esperados de la cumbre fue la reunión bilateral entre Xi Jinping y Sanae Takaichi, recién nombrada primera ministra de Japón. Ambos líderes coincidieron en la importancia de avanzar en sus relaciones, aunque se reconocen tensiones históricas y nuevas fricciones debido al nacionalismo de Takaichi y a su política de seguridad de línea dura.
Japón ha acelerado recientemente el despliegue militar para contrarrestar las ambiciones territoriales de China, y alberga la mayor concentración de tropas estadounidenses en el extranjero. Además, temas como la detención de ciudadanos japoneses en China y las restricciones a la importación de productos japoneses se perfilarán como puntos delicados en la agenda bilateral.
Otra reunión destacada fue la de Xi Jinping con el primer ministro canadiense, Mark Carney, quien busca reanudar y ampliar la relación comercial con China tras años de tensiones y un marcado distanciamiento con Estados Unidos. Carney señaló que Ottawa pretende duplicar sus exportaciones no estadounidenses en la próxima década, reconociendo a China como el segundo socio comercial más importante de Canadá.
El acercamiento con Canadá refleja la estrategia de China de consolidar relaciones con países que buscan diversificar sus mercados y reducir su dependencia del comercio con Estados Unidos, fortaleciendo su posición dentro de la APEC y en el comercio global.
La participación activa de Xi Jinping en la cumbre y las reuniones bilaterales con Japón y Canadá muestran la intención de China de liderar el comercio regional y proyectar estabilidad tras meses de incertidumbre comercial. A medida que se implementen las medidas acordadas con Estados Unidos y se fortalezcan los lazos con otros socios comerciales, China busca consolidarse como un actor confiable y central en la dinámica económica de la región Asia-Pacífico.
Aunque la tregua con Estados Unidos es frágil y aún persisten riesgos, la estrategia de Xi de combinar diplomacia, apertura comercial y cooperación regional podría marcar un cambio en el equilibrio económico global en los próximos años, reforzando la influencia china en el comercio internacional y en los mercados emergentes.
La Verdad Yucatán
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